Breve respuesta a Ramón sobre la Iglesia.– José Carlos
Fecha Sunday, 27 February 2005
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Querido Ramón:

 

Estoy fuera de viaje y no tengo mucho tiempo de contestar a tu largo correo del viernes sobre la Iglesia.  Pero no quiero dejar de aclarar algunos puntos claves:

 

-        Creo que diferimos en formas muy básicas de entender la Iglesia, que a mi modo de ver parecen propias del entendimiento que Ella tiene de sí misma (ver Catecismo y documentos del Vaticano II) más que del Opus Dei.  Específicamente, yo sigo creyendo que

 

1)    Jesucristo sí fundó la Iglesia Católica Apostólica Romana a la que pertenecemos, establecida con la autoridad conferida en Pedro; las otras iglesias cristianas se separaron de ésta que contiene el carisma fundacional

2)    La Iglesia sí está en posesión de la Verdad, en lo que a fe y moral se refiere

3)    La Iglesia ha pedido perdón en cuanto a errores disciplinares, pero nunca doctrinales

4)    Por tanto, en estos aspectos la Iglesia no es democrática, ni nunca lo será porque sobre la Verdad no se vota

 

-        En el escrito al que te refieres del 11-II, no menciono a ningún teólogo por nombre, ni siquiera hablo de la teología de la liberación en sí.  Simplemente afirmo que

 

“la opción preferencial por los pobres … pierde su fuerza redentora cuando se subordina a iniciativas políticas que asumen la violencia como un mecanismo válido para la transformación social.

 

Parece que tú, Ignacio Ellacuría y yo estamos de acuerdo en esto.  Por desgracia, hubo otros miembros de nuestra Iglesia que sí empuñaron las armas en aras de la transformación social, y sacerdotes que bendijeron la violencia, en ambos bandos.

 

-        Me has leído mal si te crees que en mi escrito del 14-II yo estaba equiparando a la Iglesia con un partido democristiano liberal o con su ideología.  En absoluto: la analogía se refería a la actitud que ese partido habría de tomar si un dirigente suyo empezara a pregonar ideas que no concuerdan para nada con el ideario del partido; se le diría que no es un democristiano liberal, sino otra cosa.  Con ese ejemplo para nada quise identificar a la Iglesia con un programa político concreto, sino mostrar que la Iglesia define lo que es doctrina católica y lo que no lo es, y tiene la prerrogativa de retirar la etiqueta de “teólogo católico” al que enseña otra cosa.  Para que quede claro, podría haber dicho lo siguiente para ilustrar la misma idea:

 

“Es como si un dirigente de un partido comunista abogara públicamente por la privatización de empresas, la enseñanza religiosa y la especulación de la tierra.  No se le callaría, pero se le indicaría que se ha equivocado de partido.”

 

Así que todo lo que me criticas al final de tu escrito en tu punto No. 3 se debe a un malentendido por tu parte, pues das la impresión de que he tomado una opción política equivalente a la Iglesia, lo cual no es cierto.

 

Y si me permites una disgresión personal, eres igualito que yo: mucho decir que te despedías de la web definitivamente, y no hay forma de descolgarse :)

 

Un abrazo,

José Carlos









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