Para Heli y su novio.- Zuri
Fecha Friday, 25 February 2005
Tema 020. Irse de la Obra


Querida Heli:

mucho ánimo con el problemón que nos cuentas. Manten la serenidad, porque en situaciones de crisis, el que mantiene la cabeza fría es el que sale adelante.

Claro que me suena todo lo que cuentas. La salida del Opus Dei te deja emocional y psíquicamente agotado (la vida en la Obra es propicia a un agotamiento terrible de las personas) y uno acaba por pensar que no sabe si va o viene, y tampoco sabe si quería entrar o salir.

Concretando, el 14 de junio pasado escribí un correo que puedes imprimir y pasarle a tu novio, que creo que le puede ayudar, salvo la variante de que en el caso de tu futuro consorte, si ha pedido la dispensa es mejor que se asesore con alguien que sea de fuera de la Obra, que la conozca bien y que tenga aprecio a la Obra: puede ayudarle más.  Desde el punto de vista práctico te doy los siguientes consejos logísticos, por si te sirve alguno:

1° a él le han dicho que tiene la dispensa pero que si renuncia a ella seguirá estando en el Opus Dei como si nunca la hubiera pedido. Esto es así. Probablemente le han dejado un plazo para recapacitar de, pongamos, una semana. Si sigue dudando, es que lo ha aceptado. Es decir se ha vuelto a replantear su vida. Va a estar sometido a una fuerte tensión hasta que decida.

2° déjale claro que no es un arrebato por lo que se ha ido. Que repase los motivos que aconsejaron su salida. Que hable con Dios y que le pregunte a Dios si quiere que siga o no. Pero sobre todo que él le diga a Dios lo que quiere hacer con su vida.

3° Compréndele, escúchale y apoyale, pero no te dejes marear. Dejale claro que tu amor es incondicional y que el está pasando una nueva crisis de angustia e indecisión, que probablemente no tiene una base sensata. Seguro que le dio muchas vueltas antes de irse. Que repase su decisión que no redirija su vida con un bandazo mal dado.

Parece que tu novio se cree que la única razòn de su crisis eres tú. No lo creo. Yo he estado en una situación similar a la suya, y cuando un numerario quiere a una chica y se deja querer por ella es que le falta algo en su vida. Es decir, que algún problema tiene su vocación cuando lleva un año en crisis. Yo en esas circunstancias tomé la decisión de dejar a la chica que quería, e hice humo. Desaparecí. Pero quince días más tarde no me aguantaba a mí mismo y entendí, analizando las cosas con sentido crítico, que mi vocación en la Obra no tenía ningún futuro, y pedí la salida.

Claro, que si su salida fue poco meditada se tendrá que plantear ahora la posibilidad de ser fiel y seguir con su vocación, pero no creo que la realidad sea esa. Me parece que no es una chica que pasaba por ahí (en este caso tú) la que encandiló al pobre numerarito ingenuo, sino el pobre numerarito el que busca cariño y un rumbo nuevo a su vida cuando ha perdido la ilusión por su vocación e incluso la esperanza de ser feliz. Al menos eso es lo que me pasó a mí. Ahí es donde debe plantearse que es lo que le pasa, antes de plantearse qué es lo que debe hacer. La fidelidad es muy importante, pero aún más importante es la felicidad. Tan verdad es que el que no es fiel tiene difícil ser feliz, como que el que no es feliz tiene dificilísimo ser fiel. ¿Qué sentido tiene que bucee en la voluntad de Dios, cuando Dios respeta nuestra voluntad y quiere lo que queramos? Que se aclare sobre qué es lo que quiere él mismo y luche por ello. Que luche por su felicidad. ¿Tiene más garantía de la firmeza de vuestro amor o de la realidad de su vocación?

Bueno, me parece que no estoy especialmente lúcido hoy. Que se te de bien. Si quieres escribirme pide mi mail a los orejas.

Un beso y mucho ánimo,

Zuri









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