Hola, orejas todos:
Con respecto al artículo de Nacho Fernández (18/2/05) sobre la natalidad en la opus, yo vuelvo con mi anécdota.
Llamaron a mi mujer de una prestigiosa institución opusiana. Se les había ido un numerario (una joya, pero claro, le tiró una mujer más que el santo marqués y hoy vive a su bola en un clima mejor y haciendo lo que le da la gana) y buscaban gente para sustituírle. Como mi esposa se había formado en el mismo sitio, pues la llamaron. Allí, veladamente, te enterabas de que las bajas eran tres, pero claro, de la opus no se quiere ir nadie, no se puede decir.
Las condiciones laborales eran:
- Jornada de 8 a 19 horas, con 2 horas para la comida. Claro, ellos te decían que la mayoría de la gente no se iba a comer a casa.
- Quedarse hasta cuando hiciera falta si el cliente lo necesitaba, etc.
- Jornadas de guardia.
- Si no tenías la tesis doctoral, hacerla.
- Dar clases en una universidad opusiana cercana.
El sueldo:
- Menos de lo que ganaría haciendo menos trabajo en la administración pública donde trabajaba, donde nadie le mandaba dar clases, ni hacer tesis ni mandangas.
Y lo mejor de todo: tú tenías que pedir el trabajo, y ellos luego te lo daban o no. Por algo dicen que en la opus no te echan, pides tú irte, o algo así. En resumen: de locos.
Mi mujer llamó y dijo la verdad: que siendo un matrimonio joven, con ese ritmo de trabajo, no se podía fundar una familia con hijos. La numeraria que la atendía, se deshizo en alabanzas y comentarios de alegría... y ahí quedó todo. Nuestra generosidad, como ellos la llaman, se quedó para nosotros. Con ellos, sólo valía currar como burros.
- No le ofrecieron reducción de jornada.
- No había primas por hijos.
- No había guarderías, ni horarios especiales............... NADA.
Ese es el modo como la opus fomenta la natalidad.
Luego, tendrán el morro de preguntar ¿son pocos, no? Pues me los cuidas tú y verás si quieres tener otro Sapito como el mío, guapo.
Ramón
