Vales mucho y te mereces ser querido. A Andrés.- Emevé
Fecha Monday, 21 February 2005
Tema 040. Después de marcharse


Andrés, veo que estás pensando muchas cosas y deseo que lo superes. A mi también me echaron, y -a diferencia de ti- lo consideré injusto. Me pasé años (como tú) extrañando mucho y queriendo volver, pero eso ya pasó y deseo ayudar a que se te pase también. A mi no me amenazaron con penas de ningún tipo, porque fueron ellas quienes me dejaron sola, enferma y triste, así que no hubieron maldiciones para mí, pero sí acabaron con mi fe, con el poco amor propio que tenía y con todas mis “seguridades“ de saber quién era, a dónde iba y qué quería.

Puede que tengas razón en que algunos tienen rencores y se equivocan o hay datos que son difíciles de confrontar, pero eso no es lo importante, lo importante es que habemos muchos que vivimos lo que vives tú, que no estás sólo, no te aísles pensando en que todos somos malos porque odiamos a la Opus, y tú no quieres ser como nosotros.

De otro lado, creo que te equivocas cuando nos auguras el infierno, porque (no soy una experta), pero en primer lugar, Cristo dijo que quien juzga es él, y no tú, ni Chema, ni Javier, ni Juan Pablo, sino Cristo, así que ya él sabrá qué pasa en los corazones de cada uno (y eso lo leí en el Evangelio católico que es el único que -hasta ahora- he leído). Tu juicio sobre los homosexuales, los divorciados o los que han perdido la fé, me hace recordar otro pasaje del Evangelio católico: “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”... 

Así es Andrés, ipse Christum, el mismo Cristo no permitió que se juzgue a una mujer a quien se le encontró cometiendo adulterio, ¿cómo te atreves tú a decir que (en un marco católico) todas estas personas están condenadas? Relájate Andrés, que tu condenación o la mía no la va a decidir ni la Opus, ni el Vaticano, ni nadie, sino sólo Cristo, que conoce tu corazón y el mío.

Recuerda que, en el marco católico, los 10 mandamientos se resumen en dos “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”, y si lo haces o no, lo juzgará Dios. Ni siquiera la propia Iglesia se atreve a decir que es el “único camino” hacia Dios, sino que acepta que hay varios caminos, ¿por qué tú, Andrés, nos quieres imponer uno?

¿Por qué tú, Andrés, te atormentas pensando en que estás condenado? ¿Por qué no tratas de ser feliz, Andrés? ¿Por qué no tratas de aceptar que la culpa de que te “echen” no fue solo tuya? Si hiciste algo malo (digamos que la auxiliar que atendía la puerta a pesar de ser vieja y fea como mandan los vademécum tuvo que tocar el timbre de emergencia que había en portería porque en un rapto de pasión saliste de la misa a atacarla), debieron ayudarte, no echarte sin más, y si llegaste a un estado en que hiciste algo malo, fue porque te dejaron llegar. La culpa no es sólo tuya, porque (en teoría) no estabas solo, la Opus tenía la obligación de velar por ti.

Así que replantéatelo. En el peor de los casos la “culpa” es compartida. ¿Por qué tú, Andrés, tienes “saudades” de un sitio en el que no te quieren y en donde no te pudieron ayudar?.¿Acaso no sabes que vales mucho y que te mereces ser querido? ¿Quién o qué hizo que tu autoestima esté tan baja? ¿Acaso no fue en el lugar al que quieres volver en donde te dijeron que no vales nada, que eres el tacho de los desperdicios y que cuando crees que tienes razón es cuando más soberbio eres? ¿Allí quieres volver? ¿Estás seguro?

Conversa mucho con el especialista que te ayuda, pero hazme un poquito de caso. No te augures la infelicidad, no te creas que sólo dentro hay vida, decídete a vivir, y si el especialista no te lo dice, cámbialo... Y si me necesitas, aunque sea sólo para contarte chistes, pide mi mail a los Orejas.

Un beso enorme,

Emevé









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