Dionisio, dices en tu contestación a Malú que un numerario no es como un hombre casado sino un engañado o manipulado, y que su vocación es una falacia. Creo que tienes razón. Eso tú lo has llegado a saber ahora, pero sin embargo, la persona cuando pita, se entrega con toda la sinceridad de su corazón y en base a los datos que tiene. Esto hace que la decisión sea completamente respetable, y me parece inmoral meterse en medio por un interés personal, tan inmoral como quitarle la novia o la esposa a tu amigo. Sí me parece bueno darle datos a la persona que le ayude a abrir los ojos y a reencaminar su vida, pero no veo bien sacarla de su sitio por propio interés.
Vicky, me parece muy duro pedirle a Malu que esté ahí por si un día el numerario decide aterrizar. Quizá te malinterpreto, pero yo lo veo casi como una falta de respeto por sí misma. Ella no tiene que salvar la vida de nadie, y no creo que deba actuar por el bien de él sino por el suyo propio. Estoy segura de que ese numerario no es la única ventana que tiene abierta, es decir que tiene más posibilidades de saber que debe tomar una decisión. Si él lo pasa mal, debe imaginarse que la otra persona, y más cuando le ha dado a conocer sus sentimientos, también lo está pasando mal, lo que me hace pensar que además es egoista. Para Malu, estar ahí quieta, esperando, supone además de una falta de respeto por si misma, un desgaste terrible, por lo menos yo no disfrutaría de su sonrisa, sino que me quemaría al verme atascada días y diás, meses y meses, en la misma situación.
Como dices en tu último párrafo, a él al pensar en Malu le debe salir una sonrisa, pero yo creo que debe ser amarga al constatar su incoherencia de vida. Creo que Malu debe ser práctica y él que espabile, que por otra parte, creo que es lo que más le ayudará.
Malu, recibe tu también un fuerte abrazo, y ¡mucho ánimo!.
Carmen Charo
