Secreto sacramental y depresión.- Eutimio
Fecha Wednesday, 16 February 2005
Tema 070. Costumbres y Praxis


Hola de nuevo,

Formé parte de dos consejos locales.

Del último no recuerdo casi nada porque pertenece a la época en la que ya no me encontraba cómodo y que terminó con mi decisión de no hacer la fidelidad y mis defensas lo han borrado de mi memoria.

El primer consejo local del que formé parte era de un centro de universitarios. El sacerdote participaba más bien poco y nunca rozó ni de lejos la tentación de comentar cosas de nadie, las hubiera oído dentro o fuera de la confesión. Como algunos (o muchos, no tengo estadísticas) han comentado sus experiencias en sentido contrario, creo un deber de justicia por mi parte exponer la mía. Tal vez tuve suerte pero aquel sacerdote (que no me caía especialmente bien) si tenía eso claro. De hecho las personas que formaron parte de ese consejo local y que siguen en la obra, me parece que son de las que podrían hacer un opus dei sin los vicios actuales, en el caso de que eso fuera posible, sobre lo que tengo mis dudas no resueltas.

Aunque me parece mal que se trate de cosas íntimas de las personas en un consejo local (aunque sea con el consentimiento de los interesados), sé que todos los que estábamos en aquel consejo local sólo nos interesábamos por la salud del alma y del cuerpo de esas personas. Ahora, más de diez años después, mis ideas sobre la salud del alma y del cuerpo son distintas, pero entonces eran las que eran.  Las críticas al "sistema" ya las han hecho otros muy bien y comparto especialmente la visión de Antonio Retegui y la del numerario A.G.

Con respecto a las depresiones: conozco a algunos numerarios con depresiones. Yo no creo que la depresión u otras enfermedades mentales sean causadas sólo por el opus dei, alguna base genética tienen. Pero sí es verdad que el no tener una situación estable y "normal" ayuda a que florezcan enfermedades mentales latentes. Hay muchas personas del opus dei (especialmente numerarios y numerarias) que no tienen uns situación personal equilibrada, por falta de un trabajo normal o de amistades normales o de una familia normal. Para renunciar a una vida normal hay que ser fuerte y saber a qué se está renunciando. Y muchos numerarios y numerarias creen que son personas normales "de la calle" cuando no lo son. Para darse cuenta de esto no hace falta ser psiquiatra, vale el sentido común.

Gracias por aguantarme. Sed felices,

Eutimio









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