La memoria de Bastián.- Hércules
Fecha Friday, 11 February 2005
Tema 900. Sin clasificar


Hago un alto en mi cotidiana meditación vespertina para aclararte, Bastián, con caridad, aunque me vilipendies, ciertos errores y confusiones que tu, al parecer alzhaimerizada mente, procesa sobre Aralar.

 

El James que naneaba a la concurrencia dormitante su apellido empieza por Col... Era discípulo del gran Leonardo Polo. Sobre los bichos que mató Hércules y las carreras que echó Aquiles, nada diré. Pero sí, me acuerdo de la sala de música y las audiciones dominicales que los más rojos organizabais con discos de Paco Ibáñez, mucho Góngora mucho Góngora, pero en realidad se trataba de Antonio Machado, Federico García Lorca y demás enemigos de la fe y de la patria. Sí, como suena. Así que no me extraña que ahora Ántrax y otros estéis perdidos y listos para arder en la Gehenna del fuego inextinguible.

 

Aunque yo recrimine a Ántrax su espíritu libertino, a ti no te da derecho a darle la tabarra con tanto grano y demás. Es de esperar que, aunque sus hábitos sean tan deplorables, la salud de su epidermis no se resienta. Un poco más de caridad es lo que necesitas. Y sí, recuerdo la tertulia con San Josémaría –claro, aún no era santo oficial, pero lo era en potencia, esencia y presencia- donde el Giro le sacó los colores a la dirección. La canción no sólo decía lo que tú nos cuentas de “tu padre será mi suegro, tu madre será mi suegra y tú la prenda más queridita”. También decía: “a lo lejos, se te divisa, la punta de tu enagüita, la boca se me hace agüita y el corazón me palpita”. Qué fuerte, para una tertulia de numerarios con el santo (que él se llamaba “bicho” porque todos iban  a verle como una atracción, o eso se pensaba; pero ¡voto al chápiro verde! otra vez, que él lo decía y yo se lo oí en la sala de estar del primer pabellón de Aralar).

 

Pero fue peor la que cantó un manito mexicano que estudiaba periodismo. Se arrancó con esa de “toro, toro asesino y ojalá te lleve el diablo”. Y aquel santo mandó parar. Si se calla el cantor... se acaba la tertulia. Chorreo sobre el Enemigo. Y no sé cómo no nos dejaron sin cenar.

 

Tampoco me quiero alargar. Así que vuelvo a mis rezos. Pediré por ti para que encarriles tu vida. Y no sé si rezar también por Ántrax y Kaiser. No es por no rezar, pero rezar para nada....

 

HÉRCULES.









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