Confusión.- MALU
Fecha Wednesday, 09 February 2005
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


Hola queridas orejas:

No pertenezco a la obra, pero si conozco y he conocido personas miembros, con diferentes estilos y personalidades, algunas personas ejemplares, y otras no tanto...

Hace un tiempo que leo vuestra página web, y en algunos casos me he sentido identificada, sobre todo con algunas de las experiencias relatadas de los "de afuera", con "gente de casa...."

Les agradecería si alguno de Uds. me pudiera dar su opinión sobre la historia que les voy a relatar....

Me enamoré de un numerario y no sé si mi amor es correspondido.

Por un lado por principios, ya que me parece que no corresponde a una mujer avanzar demasiado, y por otro lado, por respeto a su supuesta vocación, que realmente no sé en que estado se encuentra ni si fue cuestionada alguna vez, no me atrevo a hablar directamente con él del tema, lo que me tiene muy ansiosa.

Lo conocí hace varios años atrás, pero yo en ese momento estaba comprometida con otra persona. No me llamó en su momento especialmente la atención, ni lo mire siquiera como hombre, ya que consideraba a los numerarios como una especie de sacerdotes, y aparte yo estaba en ese momento con otra persona.

Lo que si me impresionó muy bien fue su generosidad, delicadeza en el trato, caballerosidad, buena educación.

Con los años me volví a encontrar y comencé a tratarlo frecuentemente por motivos profesionales, lo que hizo que nos tuviéramos que ver al menos una vez por semana. En un principio ni siquiera se me ocurría considerar que tenía un hombre delante, le tenía mucho respeto y la distancia entre nosotros era adecuada.

Con el tiempo el comenzó a coquetear conmigo y a hacer una especie de juego de seducción.

En un principio me sorprendió y me hacía la distraída, como que no me daba cuenta de lo que pasaba, porque creía que tal vez me estaba equivocando. Pensaba que una persona con su vocación no se comportaba de esa manera, ni tenían interés en las mujeres, o por lo menos, no se permitían manifestarlo si llegaban a tener algún tipo de sentimiento en algún momento.

Mi compromiso anterior ya estaba roto. Nos seguimos viendo bastante frecuentemente, siempre profesionalmente, lo que hizo que fuera reparando en diversas características, comportamientos y detalles suyos que me comenzaron a agradar.

Con el tiempo descubrí que me había enamorando de ésta persona, y que muy a pesar mío no lo podía quitar de mi cabeza ni corazón, por más que hiciera intentos de no acordarme de ella.

En cierto momento le insinué cuales eran mis sentimientos hacia él, con mucha vergüenza, pero él se hizo el desentendido. Me manifestó que tal vez yo tenía demasiada imaginación y que yo podía tener las sensaciones que quisiera. Que una cosa es sentir y otra consentir. Que uno puede sentir muchas cosas. Lo importante es que se hace con esos sentimientos.

Me llamó la atención el tipo de respuesta y, a su vez, en parte me enojó un poco, ya que si uno no tiene permitido consentir determinadas cosas, no puede manifestárselo a otra persona y jugar con ella.

Realmente me sentí un poco herida y a su vez me molestó que me dijera que todo había sido fruto de mi imaginación.

Conozco diferentes tipos de miradas, tonos de voz, manifestaciones de cariño que dejan traslucir los sentimientos de las personas. Y no creo haberme equivocado.

No es el primer hombre que me mira, y realmente uno se da cuenta cuando la otra persona siente por uno cierta atracción, o está coqueteando o insinuando algo.

Luego de leer varios de vuestros escritos comprendí un poco más su actitud, pensando que tal vez había recibido algún tipo de instrucción especial en su dirección espiritual, y no le quedó otra alternativa que comportarse de esa manera.

En caso de que no haya sido así, tal vez mejor que niegue y se aleje de mí lo más posible, ya que lo último que quiero en mi vida es vincularme con una persona cínica.

Todavía no he vuelto a plantearle el tema y tampoco me atrevo a hacerlo por temor a ser rechazada abiertamente.

Espero sepan disculpar mi confesión, pero me hace bien escribir esto ya que no lo he hablado absolutamente con nadie y creo que si alguien puede aconsejarme algo acertado son Uds.

Debería salir corriendo como alguna vez aconsejó alguno de Uds.?, o debería darle tiempo para acomodar sus ideas y sentimientos porque tal vez esté pasando por un momento de crisis en su vocación?

Realmente lo quiero y admiro mucho, y me encantaría pasar con él el resto de mi vida. Puedo esperar algo bueno?

Sé que no tienen la bola de cristal, pero sí mucha experiencia en la convivencia con personas que pertenecen o pertenecieron a la obra, aparte de conocer muy bien el funcionamiento interno. Que puedo hacer???

Los admiro por su coraje por las decisiones que tomaron, los riesgos que asumieron al salir y la fuerza que tienen muchos para intentar superar etapas que no fueron buenas en sus vidas, en muchos de los casos, durante muchos años.

Les deseo a todos que sean muy felices y que logren la paz deseada y tan merecida.

Un abrazo

Malu









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