¡cómo gusta oír que transmito dulzura! Creo que así soy, efectivamente, pero también tengo un genio de mil pares de demonios, no creas. He sido durante tantos años una fiel corderita, que ahora me salen muchas veces también las uñas de loba. Ahora hago surco a mi alrededor a fuerza de pisar fuerte para marcar mi territorio, y afirmar que ¡aquí estoy yo! Que te lo digan los orejas...
Bueno, que me enrollo. ¡Cuanta gente con depresión! ¿no? ¿No te resulta chocante?
Me gustaría ayudarte. Yo no soy psicóloga ni psiquiatra, pero pasé por la depresión durante 7 años mientras estuve en la obra y a mi salida todavía tardé unos años en recuperarme y dejar de tomar pastillas y sentir pánico y angustia infundados.
No sé si tu depresión es genética, pero yo te pediría que no te etiquetes de entrada, ni creas como un dogma lo que te dice el psiquiatra. Creo que sería bueno que hablaras de cómo te encuentras actualmente y de lo que crees que te ha llevado a esa situación, con un profesional, ajeno a la obra. Por mucho que te quiera esa persona que te ha diagnosticado la depresión, tiene un visión muy estrecha de la vida, la que le permite su "vocación". Quizá alguien ajeno totalmente al mundo de la obra te pueda dar pautas con más libertad y acierto. La agregada que a mi me trató en la CUN no sabía ni las más elementales bases del equilibrio de la persona: su autoestima.
Te copio lo que dice Blanca acerca de su depresión, que fue mi caso y bien puede ser el tuyo: "...se trataba de una disfunción vital entre el "modus" de vida que mi mente me obligaba a vivir y la realidad de la vida que esa misma mente era obligada a aceptar en contra de sí misma y de todo razonamiento y que se hubiera arreglado hablando si la "parte contraria" hubiera sido "un alguien" capaz de sentir, de comprender y de compartir".
Yo lo resumo en la esquizofrenia "per se" que coexiste en el "espíritu de la obra" y de la imposibilidad de llevarlo a la práctica y de ser coherente, porque si no hay coherencia en el mensaje tampoco hay coherencia en su puesta en práctica. En ese intento de conciliar verdades con mentiras y hacer que todo sea una misma cosa y esa cosa además sea lo que Dios quiera, yo me rompí por dentro y por fuera."