De nuevo para Cooper,
Querido Cooper, primero de todo agradecer tu correo –te lo digo sinceramente- pues veo que, a pesar de todo, podemos hablar como personas, aunque a veces nos equivoquemos. Espero, con mis letras anteriores, haberte ayudado, como tú a mi.
En ningún momento quiero, ni he querido, recitar las tablas de la Ley. Simplemente expuse lo que en conciencia considero que debía exponer, con la máxima buena intención y sin querer herir a nadie.
Te diré, Cooper, que yo también pienso lo mismo que tú, que el sexo es una de las mejores maneras de demostrar el amor a otra persona, pero te añado, siempre que esas dos personas sean marido y mujer. Porque yo puedo querer mucho a un amigo, y le quiero como amigo, pero no le quiero conmigo en la cama, ¡¡jamás de los jamases!!
Entiendo todo lo que me dices y me causa pena que no aceptes lo que dice la Iglesia, cuando afirmas: Lo que trato de decirte, es que tu postura, de pura ortodoxia tal como tu la entiendes, es fantástica si te hace feliz. A mi no me sirve.
No creo que yo tenga la fe del carbonero, simplemente me cojo a la doctrina que predica la Iglesia en nombre de Dios, pues es la que racionalmente me encaja con la naturaleza de las cosas.
Te deseo lo mejor, Cooper, y espero que tú también seas muy feliz con tu esposa e hijas.
Un abrazo sincero.
Pentium