Más sobre la gomita ... Miguel Ángel
Fecha Monday, 07 February 2005
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Llevamos unos días con correspondencia hablando de preservativos y similares. Por lo que parece, según la doctrina de la Iglesia, son lícitas las relaciones sexuales entre los esposos, siempre que no se pongan obstáculo a la concepción. Dicho esto, no serán válidos el preservativo, el diu, la píldora... como, para mí, tampoco lo debieran ser oginos, test de fertilidad, ... Pues, al fin y al cabo, métodos anticonceptivos lo son tanto unos como otros. Anticonceptivos, esa es la palabra fundamental; tratándose de relaciones sexuales orientadas exclusivamente al goce, o a todo lo noble y bueno que queráis ponerle, no veo la diferencia. Se trata de un mismo fin: que no derive en embarazo esa relación. Bueno, en realidad sí veo una diferencia, pero entra fuera de esta discusión. Si llamáramos fin a “no embarazo”, y medios a “preservativo”, “ogino”,... qué diríamos: ¿El fin no justifica los medios?. O era al revés, ¿los medios no justifican el fin?. Ya me he liado, no me acuerdo de cuál es la frase correcta. O depende, según convenga.

 

Hay una ciudad en España, ahora no recuerdo el nombre, pero que es famosa por su espectáculo de moros y cristianos, que se celebra siempre en Viernes Santo. Esta ciudad tiene una antigua bula papal, que exime a residentes y transeúntes de la observación del precepto de ayuno y abstinencia correspondiente a ese día. Supongamos a un señor de un pueblo próximo, muy católico él,  que pensara el viernes de Pasión tengo hambre, me voy al pueblo de al lado, que tiene bula y me puedo comer un bocadillo de jamón con tomate. Si así obrara, ¿pecaría?. Personalmente creo que no, pero también pienso que no obraría rectamente. Si esa es su visión de la religión, comer donde hay bula (que lo equiparo a tener relaciones en período infértil), la veo muy pobre. No por lo de comer, léase también lo otro, sino por el concepto.

 

Seguramente habré dicho alguna barbaridad y merezco la hoguera. Quizá algún oreja, o no oreja, me pueda hacer la oportuna corrección... Para compensarlo, un chiste. Iban dos lapiceras paseando por el parque, y a esto que se acercan dos lapiceros con intención, alcanzada finalmente, de ligar con ellas. He aquí que, pasados los meses, se descubre que una de las lapiceras ha quedado embarazada. ¿Quién es el padre?

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El que no llevaba goma...

 

Un abrazo. Miguel Ángel.









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