Comentario a epístola saturniana.- Galileo
Fecha Wednesday, 02 February 2005
Tema 100. Aspectos sociológicos


Satur en su última “epístola al opus” (30/1) nos cita unos comentarios del prelado Echevarría a la entrada de Jesús en Jerusalén montado en un asno.

Dice Echevarría: "¡Qué pobre cabalgadura elige Nuestro Señor! Quizá nosotros, engreídos, habríamos escogido un brioso corcel. Pero Jesús no se guía por razones meramente humanas, sino por criterios divinos". Y añade, "hay cientos de animales más hermosos, más hábiles y más crueles. Pero Cristo se fijó en él, para presentarse como rey ante el pueblo que lo aclamaba. Porque Jesús no sabe qué hacer con la astucia calculadora, con la crueldad de corazones fríos, con la hermosura vistosa pero hueca. Nuestro Señor estima la alegría de un corazón mozo, el paso sencillo, la voz sin falsete, los ojos limpios, el oído atento a su palabra de cariño. Así reina en el alma".

A parte de que me parece bastante cursi (lo del brioso corcel, el corazón mozo, la voz sin falsete…) y forzado el comentario, no creo que se atenga a la realidad del porqué Jesús eligió entrar en Jerusalén en un burro. Es bien sabido que en la última semana de la vida de Jesús los evangelios nos remiten con frecuencia al Antiguo Testamento para mostrarnos como se van cumpliendo en Jesús las profecías.

Leemos en Mateo 21,4-5: “Esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Decid a la hija de Sión: He aquí que tu Rey viene a ti, manso y montado en un asna y un pollino, hijo de animal de yugo”

Y además en Zacarías 9,9-10a refiriéndose al Mesías: "¡Exulta sin freno, Sión, grita de alegría, Jerusalén! Que viene a ti tu rey: justo y victorioso, humilde y montado en un asno, en una cría de asna. Suprimirá los carros de Efraín y los caballos de Jerusalén; será suprimido el arco de guerra, y él proclamará la paz a las naciones.”

La entrada de Jesús en Jerusalén es la entrada del Mesías que trae un reino de paz, mansedumbre y servicio, no de fuerza y dominación (cfr. Zacarías 9). En ese sentido el asno es sobretodo un signo de paz y de la verdadera naturaleza del Reino de Dios que anuncia Jesús, e incluso históricamente de prudencia para evitar la provocación que podría suponer para la guarnición romana entrar en Jerusalén a caballo rodeado de una multitud.

Volviendo a Echevarría: “Pero Jesús no se guía por razones meramente humanas, sino por criterios divinos”. ¿Qué razones tenía Escrivá para añadirse el “de Balaguer”, solicitar un marquesado, vivir en un palacio lleno de mármoles, tapices y lujos, y desplazarse en un mercedes? ¿Eran razones meramente humanas (la propia comodidad y conveniencia, impresionar a la gente), o eran criterios divinos?

Un fuerte abrazo a todos,

Galileo









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