Cuando me entregué. Recuerdo que.. (Alguien sabe... Cap.4).- Satur
Fecha Sunday, 19 October 2003
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Capítulo 4 de '¿Alguien sabe qué es el Opus Dei?'

(Enviado por Satur el 19-oct-2003)

Cuando me entregué al opus dei tenía quince años y no pensé en nada más que en dar mi vida entera. Estaba dispuesto a hacer lo que se me pidiera; lo que fuera. Jamás me planteé si era o no del espíritu, si era absurdo, o si iba en contra de la naturaleza de las cosas. Y no era el único. Allá van unas perlas.

Recién pitados nos enviaron a una convivencia de vocaciones recientes donde asistían adscritos de toda la delegación. Allí nos congregamos cuatro días una panda de chavales de edades comprendidas entre catorce y dieciocho años. Los adscritos mayores, para los que estábamos recién pitados, nos parecían "Sotanillos para negra", y de sus labios, en las tertulias piratas, salían gran parte de las anécdotas que la tradición oral del opus transmitía. Pero también servían esas tertulias para inventar normas y costumbres a costa de la bisoñez e ingenuidad de la peña recién pitada. Colaba todo.

Una noche de tertulia uno de esos viejos gatos, compinchado con otros, nos comentó: mañana es "viernes de Espinas". Nosotros, llevados por la curiosidad de conocer nuevas costumbres, preguntamos "¿viernes de espinas? ¿qué es eso de viernes de Espinas?". Nos miraron así, como el que ha metido la pata: "Bueno, si nos os lo han dicho aún, tranquilos... ya os lo comentarán. En la Obra se va por un plano inclinado y es mejor que os lo comente el director". Y se miraban como el que ha metido la pata.

Nosotros, venga, a preguntar. "¿Qué es eso del Viernes de Espinas". Y ellos que nada, que ya nos lo dirían. Y nosotros a dar la barrila, "venga, contadnos de qué va...". Y muy serio va y suelta: "es una costumbre de casa; los primeros viernes de mes, recordando los sufrimientos de Jesús en la Pasión, y la Coronación de Espinas, hay costumbre de darse cabezazos en la pared rezando jaculatorias.

Nos miramos estupefactos. ¿Cabezazos en la pared?..." Claro, como las disciplinas los sábados que te das en el culete rezando una oración a la Virgen, pues lo mismo pero dándote cabezazos en la pared!". Preguntamos, "pero,¿cuantos cabezazos?". Contestación: los que tu amor te dicte.

Llegó la noche. Y en esto que escucho en la pared golpes, pum, pum, pum. Y yo pensé "jolines, "Viernes de Espinas". Y nada, me pongo a mirar la pared y, motivado por el de la habitación de al lado (que, por supuesto, pegaba con el puño) , cierro los ojos y pienso "Jesus , te amo" y ¡¡¡patapóm!!! me zorriostro un cabezazo contra la pared que vi a Poncio Pilato vestido de Primera Comunión. Como lo cuento. Y pensé "joé con el Viernes de espinas". Y me fui a la cama hecho fosfatina. Y el de al lado seguía, ¡pum!, ¡pum!, ¡pum!. Y yo avergonzado de mi falta de amor.

Al día siguiente, en el desayuno, se me sentaron al lado los viejos gatos y me preguntaron... Las risas se oyeron en Sebastopol. Y es que uno estaba dispuesto a todo.

En otra convivencia nos explicaron que si habíamos observado que muchos numerarios mayores cojeaban un poco (todo vino porque había uno mayor atendiendo la convivencia que andaba un poco raro). Les dijimos que sí, que ahora que lo dices, pues sí. Y van y sueltan: es que cuando haces la fidelidad para que no te cueste la Santa Pureza te hacen una operación y te castran, lo que pasa es que los primeros, como no había dinero, pues lo hacían más rudimentario.

Nos quedamos blancos. Pues bien; de cinco adscritos que estábamos sólo uno, ¡uno! (es fiscal actualmente), se fue al director y le dijo nerviosísimo "ponme un super delante de numerario porque a mí no me capa nadie". A los demás nos pareció fantástica la idea: "¡claro, así no nos cuesta la Pureza!, ¡¡¡buena idea!!!.

Con esto lo único que quiero decir es que a esas edades te entregas y tragas con todo, entusiamado, ilusionado, con ganas de cambiar el mundo, ingénuo, recién estrenada la vida. Después, años después, descubres que ese amor no cambia nada, que te amoldas, que nada es como te explicaron, y buscas el amor dentro de ti, si aún te queda algo, y vuelves a sembrar, otra vez, igual de ingénuo, igual de alegre... Y vuelves a estrenar la vida, el amor y la entrega a los cuarente y pico. Feliz de poder volver a empezar. Al menos a uno le pasó eso.

Por cierto, ¿alguien sabe qué es el opus dei?





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