Una vez más la historia se repite. Yo, y seguro que muchos, nos reconocemos en tu testimonio, aunque el tuyo es sobrecogedor y nos das detalles que yo no conocía, como el que se firmaran artículos periodísticos usurpando el nombre de otras personas. Aunque cuando la máxima moral en la obra es el que "todo vale para que el Opus Dei crezca y adquiera peso en este mundo".... pues cualquier aberración tiene cabida, y además es compatible con la "oración" y la comunión diarias. Mira... creo que por cosas de esas, muchas pequeñas y otras más grandes, hemos perdido muchos la "fe", porque ese dios no es Dios, sino un monstruo.

Tu das más datos de suicidios... que a mí me ponen la piel de gallina ya que son algo que debiera hacer pensar y reaccionar a tanta gente de buena fe que aun sigue dentro.

Coincido contigo en lo que dices de que cuesta mucho darse cuenta de las causas del descontento dentro de la obra debido a que te han robado la conciencia, te han anulado y no sabes pensar ni razonar con criterio propio. En casi todos los testimonios hay frases que practicamente se repiten de forma textual. Es curioso...

Yo también me fui sin tener nada contra la obra o las personas del centro, sino por un instinto de pura superviviencia y también tardé dos años en abrir los ojos y darme cuenta de lo que tu dices: que el espíritu de la obra es PERVERSO.

Realmente eres una persona admirable y una mujer fortísima. ¡Cuántas veces nos quedamos bloqueados pensando en que ya tengo tantos años y no voy a poder rehacer mi vida afectiva, será imposible encontrar un trabajo decente a estas alturas, soy un bicho raro que ha vivido aislado un montón de años y no sé relacionarme con nadie, se nos amontonan los escrúpulos morales y religiosos y nos da pavor soltarnos de la mano demoníaca que nos metió a fuego el terror en el corazón, y seguimos rezando hasta el Trium Puerorum, por si acaso...

¡Tu lo has hecho! De todo se puede salir si se quiere. Creo que tu eres una mujer muy fuerte psíquicamente. Creo que las pastillas no tardarás en no necesitarlas.

Copio de nuevo el párrafo de tu testimonio que me ha impresionado porque es todo un plan de rehabilitación y resurrección:

"Si no tienes una vida espiritual rica, todo esto te machaca. No me refiero al espíritu de ninguna religión (ahora no soy creyente), sino al tuyo propio. Pienso que la desestructuración o desprogramación de cómo yo le llamo mi "otra vida" es un proceso que lleva su tiempo, yo diría unos 3 años. La primera fase se centra más en sobrevivir tanto a nivel económico y social como afectivo. Luego averiguar quién eres, qué quieres, qué ha pasado. Asumir todo eso, aprender a decir "no". Y tirar para adelante con tus propios "acuerdos", viviendo el ahora intensamente de una forma natural, espontánea y feliz. Sin dejar que nadie te haga culpable de tu propia felicidad. Porque solo tu eres responsable de tu vida y tu felicidad.

De los diez años que llevo en mi nueva vida. Los 7 primeros los viví en dos grandes ciudades en la que llegué a establecerme tanto social, como profesionalmente. Sin embargo ese tipo de vida no me satisfacía. Me tome un año sabático en el que viajé y vi claramente lo que hoy es una realidad. Actualmente vivo y tengo mi propio negocio en el campo, junto al mar, en plena naturaleza. Por mi trabajo conozco gente muy interesante. Mi pareja me adora. Esto me da una gran armonía. Desde hace 3 años se podría decir que me considero una mujer feliz. Algo que no tenía ni idea que podía existir."

Creo que a ti en la obra no consiguieron anularte, que siempre has tenido muy clara tu valía personal, aunque fuera de forma inconsciente al principio. Y supiste mandar a la porra al miedo, (aprender a decir "no") que es un enemigo terrible. Ese es, en muchos de nosotros, el gran logro de la obra, que han conseguido instalar el miedo en lo más profundo de nuestro ser, y nos cuesta ser libres del todo y lanzarnos al vacío sin miedo fiados en la gran riqueza que cada uno esconde. En el fondo de ese vacío, como nos has demostrado con tu experiencia, nunca nos espera el duro suelo y un tortazo monumental, sino la vida, la felicidad, la libertad, el caer realmente en la cuenta de quienes somos y cuánto valemos.

¿Tu no tienes la sensación de que en estos diez años ha habido "alguien" que te ha ido abriendo puertas y dándote lo necesario en cada momento? Yo tampoco soy "creyente". Pero, esa vida espiritual de la que hablas ¿no es fe?

¡No sabes cuánto me alegro por ti! Siete años, y puedes decir después de todo, que eres feliz. Me alegro, y te agradezco inmensamente tu testimonio porque me has enseñado que tengo que fiarme más de mí y que no tengo porqué tener miedo.

Espero que la vida te siga dando alegrías y sabiduría, y te pediría que nos siguieras enriqueciendo con tu experiencia.

Un fuerte abrazo con todo mi cariño

Carmen Charo