Hola Orejas:

dice Marypt en su correo del miércoles que no le argumentemos con razonamientos, que sólo siente dolor por el daño a la Iglesia por la publicación de esos artículos el 16 de enero (I) (II) . No quiero añadir más dolor, pero como creyente yo también siento dolor no por los artículos sino porque desgraciadamente lo que cuentan no se aleje tanto de la realidad como me gustaría. Porque es verdad que ahora mismo hay un desconcierto muy grande, en gran parte la culpa la tiene el opus y sus manejos. Así que hasta aquí te he contestado Marypt y ahora sigo con lo que me preocupa personalmente.

Si no tuviera fe me habría quedado tan tranquila ante esta situación, me daría igual, allí se las arreglen todos, la iglesia, los obispos, los curas y los laicos. No es mi vida ni mi problema, ninguno de ellos se puede decir que se ha preocupado por lo que "me" ha pasado y "nos" ha pasado. Pero resulta que tengo fe, y he visto por ejemplo en mis padres una fe sincera que es lo que yo pienso que no se debe perder, y he visto en otras personas una rectitud en su vida, y una entrega al evangelio, y he visto gente que tiene conciencia e intenta vivir según ella. ¿Por qué vamos a permitir que lo bueno esté gobernado y dirigido por lo malo? se quedan mandando en la iglesia los que demuestran una y mil veces que la fe es lo de menos en su vida, el opus, y se va la gente que por encima de directores y normas pone su creencia, su fe. No es justo. Si alguien se tiene que ir de la iglesia son ellos, porque realmente no están en la iglesia, se dedican a otras cosas más lucrativas.

¿Cómo es posible que exista una institución católica basada en el evangelio especializada en destruir vidas? es posible y es la realidad, y para mí es un escándalo ante él que no puedo callar, pase lo que pase. Y además me indigno bastante porque sé que hay mucha gente que podría empezar a contar lo que sabe, asuntos más graves aún de los que ya hemos contado y no lo hace.

Justo porque creo en la Iglesia no me voy a conformar. Miro al resto del mundo que no es opus y tiene derecho a ser advertido de lo que hay, por eso no comprendo las disquisiciones sobre si el opus crece o no crece ¿qué importa eso? Lo único que a mí por lo menos me importa como creyente es que cada día más gente se libre de cometer el error que yo cometí en nombre de la fe.

Tampoco entiendo la vergüenza por haber sido numeraria, la vergüenza la tienen que tener ellos por dedicar su vida al engaño y la hipocresía. Yo, al menos, sé que me he curado de una gran gilipollez, y no hay otra palabra, la he pagado cara, pero he sobrevivido. Para mí es una experiencia humana que me ha hecho crecer, y me alegro porque ahora cuando alguien me cuenta algún problema de su vida sé que puedo estar a la altura de ese dolor, antes no lo estaba ni podía. Era una estúpida que no entendía la vida, que estaba en las nubes, y se creía una "escogida". Dios escoge de otras maneras que como escogen ellos. Lo sabemos de sobra y Satur lo refleja una vez más en su último escrito, con tantas grandezas en sus colegios, en sus ex alumnos, los opus caen en la paletez. Por eso "confieso que he vivido", no es algo para ocultar, somos más humanos, más normales, menos raros. Eso nos engrandece.

No creo que sea sano ocultarse, ni mental ni físicamente tan siquiera. Creo que la curación pasa por asimilar, por encajar lo que pasó con valentía, pisando la tierra. ¿Cómo puede alguien vivir equilibradamente negándose a sí mismo algo que fue una realidad durante un período largo en su vida? Y por otra parte me parece que eso hay que combinarlo con la pelea por otros horizontes, otra gente, otro mundo porque enganchado a alguien que es del opus, por "muy bueno que sea" seguimos sin salir del círculo infernal.

Disiento de los que se felicitan de la formación opus, mi formación fue irme como me fui y reaprender a mirar la vida y la gente y valorarla por lo que es, no por los esquemas opusianos.

Saludos
Ana Azanza