Itinerario del numerario (y futuro de la Obra).- Idiota
Fecha Friday, 21 January 2005
Tema 100. Aspectos sociológicos


Querid@s amig@s:

Soy nuevo en esta página y éste es mi primer mensaje. Aprovecho la ocasión para dar gracias y felicitar a los Orejas y a todos los que contribuyen por este trabajo tan bueno y necesario. Desde que descubrí la página hace algunos meses, me he vuelto un adicto, y ya tenía yo ganas de contribuir con alguna reflexión o algún testimonio, aunque no sean nada originales.

Además de los impresionantes testimonios personales, valoro muchísimo la publicación de las reflexiones filosóficas de D. Antonio Ruiz Retegui, tan esclarecedoras en muchos casos, y la de los distintos documentos de gobierno (glosas, vademecums, etc.).

Me ha parecido magnífica la clasificación de numerarios realizada por Manuel/Argentina. Hasta ahora yo sólo distinguía entre "emocionados", "cachondos mentales", "amargados" y el resto. Generalmente, en un centro, siempre hay un ejemplar de cada uno.

Los "emocionados" son ésos que siempre llegan cinco minutos antes a la oración de la mañana, los que siempre encienden las velas en el oratorio, los que siempre te sirven el agua en la mesa, los que siempre llevan el café a la tertulia, los que siempre contestan los primeros al teléfono, los que siempre... qué agobio!

Los "cachondos mentales" son gente muy abierta, que es graciosa o se cree que lo es y se pasa la vida de chiste en chiste, de gracia en gracia y tiro porque me toca...

Los "amargados" son los que están en su burbuja, hacen su plan y, cuando intervienen en algo, sueltan algún comentario más o menos ácido, cuya motivación sólo se entiende "después".

Lo bueno de la clasificación de Manuel/Argentina es que permite descubrir que cualquiera ha podido pasar por distintas fases, en que correspondía más o menos a uno de los tipos. El "niño relleno de mijo" se va al centro de estudios, donde se emociona tanto que se convierte, durante cierto tiempo, en "Panzer Division". Quien sigue ese camino, sube como la espuma y acaba en Roma: es el "Panzer Division Plus ultra". En los dos casos, éste puede acabar en "talibán". Un "talibán" entrado en años acaba siendo de "la vieja guardia". Pero el "Panzer Division" procedente del centro de estudios puede sufrir una crisis (las tan cacareadas de los 30 y de los 40), sobre todo si el "panzerismo" nunca fue su fuerte: ha nacido el "auténtico en búsqueda". Este, si tiene algo de personalidad, se encontrará pronto en el punto de mira de sus directores y, dependiendo de lo fuerte que sea él y de lo duros que sean los directores, podrá crearse un espacio vital de libertad y será "numerario temido, superado y auténtico". En la mayoría de los casos, sin embargo, los directores no permitirán algo así y, a base de hostigar al numerario, lo romperán ("numerario roto"). El "numerario roto" ya está de camino hacia la puerta de salida; si se resiste al "tratamiento" y no quiere irse, acaba siendo un "cínico". Cualquiera de los tres últimos puede irse, la única diferencia estribará en lo "quemado" que esté cuando salga (o lo echen). Sobre las "quemaduras" escribiré algún otro día.

Me alegra mucho la noticia de que hay vientos de cambio. Mi impresión personal es que la Obra, en determinadas regiones, está en camino de desmoronarse interiormente. Mientras que los directores siguen a su rollo, con un contacto cada vez más reducido con el mundo de verdad, la Obra sigue creciendo tanto en número de supernumerarios como de obras corporativas. En general, los supernumerarios pueden llegar a un grado de autonomía tan grande que apenas notarán la falta de libertad que reina en la Obra. En cambio, los numerarios de a pie (que obedecen pero no mandan) se irán yendo poco a poco, con lo cual la infraestructura de la Obra para atender a los supernumerarios y a las obras corporativas se irá hundiendo. Y ahora se entiende por qué hacen falta 500 vocaciones de numerarios en cada región... Predigo también que, como quien no se va antes de los cuarenta, es un "talibán", un "temido" o un "roto" y, en cierto modo, no tiene otro remedio que quedarse, habrá pronto regiones en los que un gran número de numerarios mayores y enfermos pesará sobre las espaldas de un exiguo número de numerarios jóvenes. Como muchos de ellos (sobre todo los que han trabajado durante veinte o treinta años en labores internas) apenas tiene seguros o jubilaciones, ya podéis imaginaros lo que pasará...

Con esto basta por hoy.
Un abrazo para tod@s y hasta la próxima

idiota









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