Veintitrés años dentro.- Deza
Fecha Wednesday, 19 January 2005
Tema 010. Testimonios


El otro día estuve comiendo con dos amigas mias ex-numerarias (ellas creen que estuvieron mucho tiempo en la Obra: una siete años y otra trece) y una de ellas me habló de la página. Yo estuve veintitrés años como numeraria: ahora llevo dos años fuera de la Obra. Me ayuda hablar con ellas porque me desahoga aunque no puedo decir que tengo amargura dentro. Pasé lo peor de mi vida los cinco años últimos años antes de irme, así que creo que cualquier cosa que me pase de ahora en adelante siempre va a ser lo mejor. No pasó ni un mes antes de que conociera al que ahora es mi marido y él sí, es supernumerario, por eso no sé si entraré mucho en la página: por él, aunque el leer testimonios de personas que pasaron lo que yo, me ayuda.

Le comentaba a mi amiga el otro día que yo no tengo ningún remordimiento por haberme ido porque no pienso que abandonara mi vocación. ¿Qué es la vocación?... Mi pregunta los últimos cinco años era:

- Los enfermos son el tesoro de la Obra, pero ¿cómo puede querer Dios la enfermedad buscada por intentar permanecer "dentro"?. Y no es sólo el no encontrarle sentido a la vida, sino el no querer vivir, es más, el intentar el suicidio en dos o tres casos, el tener problemas de todo tipo, el estar ingresada en centros psiquiátricos en tres ocasiones y el desear estar en estos tres centros porque al salir volvía a las andadas. Al mes siguiente de salirme conocí a mi marido. Cuando le conté mi estado de salud mental, él me dijo "apuesto por ti", y me acompañó a un psiquiatra supernumerario. Tardé sólo seis meses en quitarme el tratamiento de camello que tenía: la ilusión de mi vida era tener hijos y con el tratamiento no podía. Ahora no tengo ningún tratamiento, bueno sí: no volver nunca más a estar en contacto con el Opus Dei. De todas maneras conmigo no ha habido problema: a mí no me han planteado supernumeraria o cooperadora o algún contacto. Nadie me llama: yo a veces llamo a mi última directora, pero como vive en una zona residencial, siempre está dando una vuelta cuando la llamo. Ella lo más que hace es mandarme un mensaje por el móvil: ella tiene muy claro "el apostolado de no dar". El último encargo que le hice fue que me consiguiera para mi boda, puesto que ella había estado cuarenta años en Roma, una bendición matrimonial. Pensé que me lo regalaría, pero no: me cobró los 21 € que costó....

Me gustaria tener tiempo y contar mi historia y tantas cosas: a mi boda vinieron cuatro amigos numerarios de mi marido, pero no hubo ningún problema en las mesas del convite porque numeraria no vino ninguna. De esos veintitrés años en el Opus no queda ninguna relación, ninguna amiga, nada... bueno sí: una larga página de mi vida pasada y un marido esperándome fuera que es la razón de mi vida, el sentido de mi vida, lo mejor que me ha pasado nunca... Ahora no tengo que repetir a diario un "serviam" que no significa nada,... pero repito con todas las fuerzas de mi alma a mi marido la fórmula que le dije por primera vez un día de septiembre de 2003: "prometo serte fiel todos los dias de mi vida".

Ojalá me dé tiempo a escribir mucho más

Deza









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=3892