El Monte Horeb. Zigzag21.- Curiosa
Fecha Wednesday, 12 January 2005
Tema 090. Espiritualidad y ascética


«A quienes manifiestan su intención de pedir la Admisión en el Opus Dei, es importante decirles con claridad que, al venir a la Obra, no van al Tabor: van al Calvario.» (del fundador, citado por Álvaro del Portillo, carta 9-I-1993)

Cuestión de geografía. Yo prefiero el monte Horeb.

Digo yo, ¿por qué esos montes cuando hay un tercer monte santo? Sin ir más
lejos, Elías estaba harto, harto de veras, tanto que quería que se le quitase la vida, y "se echó bajo la retama y se durmió". Pero un ángel, le dijo, ¡Levántate, come! Que el camino es superior a tus fuerzas.

Pues sí, el otro día el cura de mi pueblo hablaba de sucedáneos. Sucedáneos en la comida, en el vestir, en el amor y en la religión. Y, mientras yo le escuchaba, se me abrían los ojos como platos al oír que no se puede utlizar los números para verificar un hecho, y que los sucedáneos en la religión son muy peligrosos. Hoy, cuando releo los correos, me encuentro con EBE (la Obra como revelación) pero la imaginación se me va por otros derroteros...

Pero sigo con mi humor gentil y el pasaje del monte Horeb. Pues el pobre de Elías, después de haber llenado la panza sigue huyendo. Y, el Señor le dice, "ponte de pie en el monte ante el Señor". ¡De pie!, qué bonito. Y vino un huracán, pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento vino un terremoto y luego un fuego, pero nada.

"Después del fuego vino una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva. Entonces oyó una voz que le decía:
- ¿Qué haces aquí Elías?"
(1Reyes 19, 1-14)²

Así que lo siento EBE esta vez no he continuado leyendo tu magnífico escrito, pues prefiero tener en mi interior la imagen del monte Horeb, y olvidarme de esas palabras de don Alvaro del Portillo.

Me suelto la melena y digo con rebeldía: ¡NO! por el punto 5 de camino.

¿Qué hago aquí? Pues quizás, alguien me escuche este sencillo comentario sobre un pasaje que es muy bello y muy bonito. En el que se pone de relieve que Elías, el que estuvo en el monte Tabor, descubre al Señor en una brisa tenue.

Curiosa, de pie
Dedicado a los que se quieren ir al Calvario y al monte Tabor







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