Comentarios varios.- Galileo
Fecha Monday, 27 December 2004
Tema 100. Aspectos sociológicos


En primer lugar agradecer y felicitar a Melqui por su último escrito "La aprobación del Opus Dei por la Iglesia" que pone de manifiesto la estrategia que han seguido el opus y su fundador desde el inicio. Creo que artículos como éste son los que valdría la pena enviar a "quien pueda interesar" de la curia Vaticana.

Los comentarios de R. (22/12) sobre el Congreso general de 1968 son muy oportunos. Efectivamente el opus Dei es muy astuto a la hora de aparentar "democracia" en la toma de decisiones en ciertas instancias, como también lo han sido ciertos regímenes políticos de signos opuestos. Desde un consejo escolar hasta el mencionado Congreso general creo que el sistema es básicamente el mismo: manejar las cosas de modo que en último término son siempre los directores los que dictan lo que toca decidir, y sólo pueden participar en esas instancias aquellos que se consideran dóciles y de confianza.

Ramón Luján podría argumentar efectivamente que la decisión de que las numerarias no fumen se tomó en el congreso de 1968. Ahora bien, todos sabemos que la numeraria de a pié, no tenía ninguna opción de hacerse oír en el congreso, al que sólo se habían invitado las personas de máxima confianza, y cuyo "cargo" dependía de esa docilidad, que es lo que marca el "buen espíritu" en el opus, para nada la capacidad de pensar autónomamente y con el sentido común que Dios nos ha dado. Además, parece que se trataba de rubricar lo que había "visto" Escrivá y para nada de hacer propuestas nuevas o discutir temas. Dudo que alguien en su sano juicio pudiera abrigar la más mínima esperanza de cambiar algo de lo dispuesto por el fundador y presidente general en aquellos momentos. Incluso nos consta que -creo que en ese congreso- Escrivá, a través de D. Álvaro hizo aprobar la manera de saludarle (rodilla izquierda en el suelo y besándole la mano), de modo que pareciera que había sido a iniciativa de los asistentes al congreso.

Respecto al número de miembros de la Prelatura, como aparece en el Anuario Pontificio, realmente son datos que aportan muy poco. Una estadística seria debería incluir las incorporaciones y las bajas (por fallecimiento y por salida de la institución), de modo que el incremento (que se supone es el número que dan) debería ser el resultado de restar las bajas a las incorporaciones habidas durante ese año. También debería detallar cuántos son célibes y de éstos cuántos son sacerdotes, porque bien podría ser que los números se mantengan gracias a un incremento de los supernumerarios y en cambio el número de numerarios/as esté disminuyendo.

Si como parece, por ejemplo por los datos que tenemos del número de alumnos en los centros de estudios, las incorporaciones de numerarios/as ha disminuido, y probablemente el porcentaje de los que se salen se mantiene o ha aumentado, entonces cabría pensar en este sentido.

Según los datos que aporta R., en el 2003 el incremento fue especialmente bajo, de sólo 81 miembros. En el boletín Romana aparecen actualmente los datos de los fallecimientos del segundo semestre del 2003: 283 más 17 de la sss+, en total 300. Estadísticamente podemos asumir un número similar de fallecimientos en el primer semestre, lo cual totalizaría 600 para todo el 2003. Por tanto el número de incorporaciones sería de 81+600+el número de salidas. Esa última cifra es un misterio, supongo que muy pocas personas la conocen para todo el opus Dei, y en realidad es la cifra más importante a la hora de valorar la vitalidad y el buen funcionamiento interno de la institución. Por ejemplo, en la web de los franciscanos exponen que entre 1990 y 2000 dejaron la orden en todo el mundo 88 hermanos profesos, la mayoría en los 5 primeros años, y anticipan que en pocos años -como la mayoría de órdenes religiosas- dos tercios de los religiosos tendrán más de 60 años. Esa transparencia y madurez se echan muy en falta en el opus.

Se pueden hacer algunos números sobre las bajas anuales de numerarios/as, en base a testimonios e impresiones relatados en esta web. Por ejemplo, si asumimos que haya unos 20000 numerarios/as entre esos 84000 miembros, y que a los 40 años se han ido un 70% de los que se contabilizaron como incorporaciones a los 18 años, entonces tendríamos 14000 bajas a repartir entre los 18 y 40 años, lo cual supondría 636 bajas anuales (asumiendo un número constante de numerarios/as durante el período). Todavía habría que añadir las bajas entre los 64000 miembros restantes (sobretodo supernumerarios). Creo que en la web no se ha comentado nada en este sentido y yo no estuve nunca en san Gabriel, o sea que no puedo aportar nada. Una hipotética cifra total de incorporaciones para el 2003 sería por tanto: 81+600+636+ X bajas supernumerarios.

En cualquier caso, las cifras del opus me merecen muy poco crédito, y estoy convencido de que les va a costar mucho reconocer que retroceden. Parece que ahora Polonia es la gran esperanza y podrán justificar los números gracias al "milagro polaco".

Hablando con algunos ex compañeros de fatigas, hemos constatado que muchos de los que siguen de nuestras promociones son curas. Sobre el ejercicio del ministerio sacerdotal en el opus Dei ya se ha hablado bastante: tiene la peculiaridad de someterse e imbuirse en la labor de gobierno tanto en lo que se refiere a las funciones internas como al apostolado-proselitismo. Me temo que las disfunciones a que son sometidos los curas del opus, junto con la falta de vocación específica, a medio o largo plazo deben abocar a muchas de esas personas a una importante zozobra interior e infelicidad.

Respecto a los acertados comentarios de Elena (Aquilina) (22/12) decir que comparto sus dudas sobre la validez canónica de las ordenaciones en el opus Dei. El eje formado por: "el mandato más fuerte es un 'por favor'", "el camino es obedecer o marcharse", "el padre te pide si quieres ordenarte", en la mentalidad de muchos numerarios lleva a que aunque den su consentimiento, éste esté enormemente mediatizado y se pueda dudar de su validez en muchos casos. Ese es el gran peligro de las "vocaciones" que no son lo que aparentan: cuando uno se hace franciscano sabe qué se hace, y ya se encargan ellos de probar esa vocación y de que se entere bien, cuando uno se hace cura diocesano, sabe también lo que se hace, en cambio cuando uno se hace del opus Dei, un camino a la santidad como cristiano corriente en medio del mundo, sin cambiar de ocupación, y acaba siendo el cura de la administración de Villa Sacchetti o trabajando en una comisión de un dicasterio de la curia vaticana, y además pitó con 15 años, entonces es evidente que lo que vio o le hicieron ver no tiene nada que ver con lo que ha acabado siendo.

Os deseo a todos un feliz 2005, y en particular a un buen amigo de la web, que hace unos días me dio una gran noticia que demuestra -una vez más- que lo del rejalgar es un cuento chino.

Un abrazo a todos,

Galileo









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