Yo también lo dejé.- A.A.
Fecha Wednesday, 15 December 2004
Tema 010. Testimonios


Yo también lo dejé

Fui miembro del Opus Dei durante un año y medio, sin contar los 6 o 7 años de participación en la "labor de San Rafael".... Escribi la famosa carta a los 17 años, tras 9 meses de presiones y coacción para que lo hiciera. A los 18 años y medio "dejé" la Obra, y lo digo irónicamente porque fue un "me fui y me echaron". De mi estancia allí dentro lo único que voy a decir es que repito lo que leí en los innumerables escritos que presentan en su Web, aunque gracias a no-se-cuál-casualidad nunca me drogaron. Decidí irme luego de pasar meses sin dormir mas de tres horas por día, sin comer y sin poder sonreir, por el "stress" o "depresion" causada tanto por mis directores como por mi familia. Tenía la mente y el alma en un potro (me refiero al instrumento de tortura). Siempre me habían dicho que "la puerta para entrar está trabada, pero para irse siempre esta abierta", y yo como una ingenua lo creí. O habré entendido mal, porque era exactamente al revés.

Tras dos meses de insultos y humillaciones por parte de mi directora espiritual, y de presiones luego por parte del cura y de la dir. del Centro, un buen día se aparece M. (llamaré así a la directora de ése Centro), o mejor dicho, llego yo para hacer mi tortura..., perdón, mi charla semanal (en ese entonces era casi diaria... con una vez por semana no alcanza la Santa Coacción) y me dice muy amablemente que me vaya, por un rumor de que había "contraído novio". Por supuesto, terminantemente prohibida la entrada y la comunicación con la Santa Obra de Dios.

Un mes después de mi retirada me llama M. por telefono preguntándome cómo estaba. Me resulto muy agradable creer que se preocupaba por mi, y quedamos en que me llamaría el fin de semana para juntarnos a conversar un rato. Eso fue en marzo del 2002. Hoy, 14 de diciembre del 2004 sigo esperando su famosa llamada. Ni mencionar que soy una especie de virus altamente contagioso al que no se puede ni saludar por la calle si uno es miembro del Opus Dei...

Es verdad que me costó mucho rearmar mi vida, aunque haya estado poco tiempo. Las marcas que me dejo sé que no se borrarán jamás, tanto las poquísimas buenas como las malas. El haber encontrado esta Web, y leer los testimonios de tanta gente que pasó por lo mismo que yo me alivianó mucho, ahora no siento que soy un bicho raro o una traidora sin remedio, sino una persona que equivocó su camino obnubilada por espejitos de colores.

Los animo a que sigan con ésto, están ayudando más de lo que se imaginan.
Atte.

A.A.









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