Iglesia y derechos humanos.- Emejota
Fecha Sunday, 05 December 2004
Tema 900. Sin clasificar


Dice Melqui en su carta de 1 de diciembre que la Iglesia fue la única institución del pasado siglo que defendió los derechos humanos, y que la democracia es hija del cristianismo.

 

Supongo que no se refiere a España, donde los obispos (todos menos dos) firmaron una pastoral bendiciendo el glorioso Alzamiento Nacional (calificado de Cruzada). Sólo al final del franquismo, y sólo alguno de los miembros de la jerarquía eclesiástica (Tarancón) tuvieron algo que decir al respecto. Un derecho tan básico como la libertad religiosa sólo ha sido defendido por la Iglesia cuando lo ha necesitado para sí misma, en los momentos y lugares en que no ha tenido la posibilidad de mantener el Catolicismo como Religión Obligatoria.

 

Respecto a las encíclicas en las que el Papado condenó el Liberalismo y la Democracia,  la más importante es el “Syllabus errorum” (Pio IX, 1864), que en  su última proposición dice que el Papa no puede ni debe “reconciliarse ni entenderse con el progreso, el liberalismo y la civilización moderna”.  Es lógico que el Vaticano defendiera la monarquía absoluta de derecho divino, ya que ella misma lo era: mientras existieron los Estados Pontificios (hasta su incorporación al estado italiano, en 1871) no hubo en ellos el más leve atisbo de reconocimiento de derechos ciudadanos, que, a esas alturas, sí existían en muchos otros países europeos. Es interesante recordar que el dogma de la infalibilidad papal  fue proclamado precisamente en estos momentos en que la Iglesia perdía (y no precisamente de manera voluntaria) los territorios en que ejercía un poder político absoluto. Sí, ya sé que son cosas diferentes…

 

La Iglesia siempre ha ido a la zaga de la sociedad en estos temas; también la Doctrina Social apareció como una respuesta al Socialismo. Y si es en la civilización cristiana donde ha aparecido el concepto de “derecho humano” (y no en la budista, o en la musulmana), eso fue posible porque en esta civilización fue donde por primera vez se estableció la separación entre religión y política, donde apareció la idea de que la religión pertenece al ámbito privado y no público (lo que, a su vez, fue consecuencia de la ruptura religiosa, a partir de las Guerras de Religión de los s. XVI y XVII). La Iglesia no derogó la Inquisición: dejó de existir allí donde los gobernantes la eliminaron. La Iglesia no renunció a cobrar diezmos y derechos feudales: se los quitaron. La Iglesia no eliminó la esclavitud, ni la consideró un pecado: se limitó a decir que los esclavos tenían alma, y que en la otra vida sí habría igualdad.

 

Dices que un sacerdote debe negar la comunión a alguien que viva ostensiblemente en pecado. Pero no parece que eso se aplique a personas que ostensiblemente explotan a sus semejantes, ni que ostensiblemente torturan. He visto fotos de Pinochet comulgando.

 

Respecto a que el aborto y el divorcio no son pecados contra el Sexto, bueno, tienen que ver con el ejercicio de la sexualidad. El aborto está considerado un crimen contra la vida, pero la Iglesia no tiene la misma sensibilidad para defender la vida cuando no está relacionada con los temas de sexualidad y reproducción. De acuerdo con que la Iglesia habla de más cosas que del Sexto Mandamiento, pero no se moviliza con el mismo interés.

 

En cuanto al tema del “acoso”, si con lo que pretenden los movimientos laicos en España actualmente la Iglesia se siente acosada, que me expliquen como se siente en Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, Holanda… en todos los demás países democráticos. El problema es que aquí está mal acostumbrada. Respecto a la eliminación de la financiación (que no existe en ningún país democrático), ningún ministro  ha hablado de tocar lo del IRPF, sino de la financiación "extra" que recibe, además. Esa financiación "extra" se estableció como un periodo de transición, hasta el 2005, y la Iglesia así lo aceptó en su momento. El hecho de que, porque se mencione ese compromiso, reaccionen como si el gobierno fuera Nerón echando a los cristianos a los leones ¿no es un pelín exagerado?

 

Fue la defensa acérrima de los privilegios de la Iglesia, su defensa de las posturas más retrógradas,  lo que hizo que en España, durante mucho tiempo, ser progresista fuera sinónimo de ser anticlerical. Alguien dijo que aquí la gente siempre iba detras de los curas: con una vela o con un garrote. En las últimas décadas parecía que este país se había ido normalizando en este aspecto. Pero la ofensiva desatada durante el Gobierno del PP sobre la obligatoriedad de la Religión está reactivando esa reacción anticlerical, que parecía haber pasado a la historia. Creo que la Iglesia debería recapacitar, porque este intento de recuperar privilegios a la larga sólo puede volverse en su contra. 

 

Por mi parte, no soy miembro de la Iglesia Católica, ni siquiera creyente. Pero respeto el mensaje evangélico y me gustaría no encontrarme, como ciudadana defensora de las libertades, en la situación de tener que posicionarme contra la Iglesia.

 

En cualquier caso, no continuaré este debate; no quiero contribuir a desvirtuar el contenido de esta web, que no es una web sobre la Iglesia, sino sobre el Opus Dei. Lo que no quita para que parte de los ex-miembros del Opus seamos también ex-miembros de la Iglesia.

 

Saludos a todos

 

Emejota - M.J.

 

 

 

 









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