El entramado económico.- Compaq
Fecha Wednesday, 01 December 2004
Tema 100. Aspectos sociológicos


Llevo unos días dando vueltas a la cabeza a un pensamiento o reflexión, que quiero compartir.

Intuyo o presiento, que al opusdei le importa muy poco que hablemos de nuestras experiencias. Hablar sobre nuestras experiencias y desengaños nos ayuda a nosotros, porque vamos desatando nudos y componiendo las piezas de un puzzle del que la institución se guardó las piezas fundamentales para poder resolverlo nunca jamás. Y en realidad, esto es lo importante y el motivo por el creo yo, la web existe y merece mucho la pena que exista: devolverles, analizada y documentada, la verdad y la mentira que nos ocultaron, aunque a la institución no le importe.

El opus nos marcó también para que, después de irnos o 'vieran que nos teníamos que ir' a pesar de que años antes 'vieron que teníamos que entrar', sintiéramos pudor, miedo y deslealtad si expresábamos un punto crítico sobre lo que habíamos vivido, tanto en privado y por supuesto, mucho más en público. Sus tentáculos no acababan nunca, aún fuera. Nos condicionaba también cómo teníamos que pensar una vez cerrada la puerta -puerta que no se cerraba nunca porque muchos la seguíamos teniendo semiabierta según el grado de adoctrinamiento-. De ahí que todavía no nos atrevamos a firmar con nuestros nombres y dejemos que unos pocos lo hagan dando la cara por los demás.

En la web y en el chat encontramos amigos que nos comprenden, nos relacionamos entre nosotros y nos vamos conociendo personalmente. Se van haciendo más numerosos los amigos que nos estamos reencontrando -aún sin habernos conocido antes-. Los ex miembros de la institución nos estamos multiplicando por mil, afloramos como las setas -desgraciadamente por lo que eso significa existencialmente para cada uno-. No llegamos a los 80.000 miembros de la prelatura en todo el mundo, pero pronto estaremos muy cerca (porque nosotros no contabilizamos a los hijos de los supernumerarios ni a los cooperadores). Mientras no nos salgamos de esos análisis sobre el buen o mal espíritu, la coacción en el proselitismo, la adoración al fundador, la política, el cilicio y la tabla, les molestamos un poco (pero muy poco). Somos como una mosca cojonera pero sin pasar a mayores.

A nosotros nos interesa reconstruirnos, entender y comprender qué pasó y dónde estaban las trampas. Por lo cual, eso, que al opusdei le importa muy poco porque no le importan las personas -ni las de dentro ni las de fuera-, ni van a rectificar sus métodos, a nosotros sí que nos importa. Y es, insisto, el gran medio que tenemos para quitarnos los pesos que nos colgaron en la espalda y devolvérselos a quien lo tiene que llevar: el opusdei.

Y dicho esto, y aunque parezca que no viene a cuento, yo intuyo que el verdadero punto de flotación del opusdei, su talón de Aquiles, (lo que de verdad sería intocable para la institución y peligroso para la web), sería descubrir su entramado económico. La única cosa que no perdonaría la multinacional espiritual es que se sacaran a la luz documentos al respecto. Y en este punto, me acuerdo de la frase de Antonio Pérez, en su carta "No hablaré mal de la Obra", en la que dice: "Yo sabía la triste suerte que me esperaba en Roma si me hubiera retrasado 24 horas en escapar". (Soy yo quien relaciona la frase con el tejemaneje económico, no él). Recomiendo leer el capítulo "La estructura oculta del Opus Dei en España", del libro de Michael Walsh titulado "El mundo secreto del Opus Dei".

Es sólo una reflexión seguramente inconexa, en voz alta. Tengo que trabajarla un poco más y con más datos ;-)

Un abrazo a todos,
Compaq

P.D. Satur, plas, plas, plas (aplausos), por tu último escrito (28/11)









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