Colección de tristezas de un hombre alegre (4).- César
Fecha Monday, 22 November 2004
Tema 010. Testimonios


Queridos orejas y queridos todos,

Entre tantas historias que he visto en la web, misma que ya la considero adicción y pensaré más adelante ir a un psicoanálisis para descubrir el porqué de seguir escribiéndoles a todos ustedes por quienes siento no solo empatía, sino cariño y simpatía, “él que no es de aquí ni de allá”, les escribe lo siguiente no sin antes agradecer a Curiosa por la referencia a mi muy particular de vista y más por lo de “mejicano”, por eso no soy de aquí ni soy de allá. Nací en Madrid España, vivo actualmente en México, bueno llevo 20 años, a los de aquí les taladra mi acento y algunos modismos que conservo desde la infancia, y cuando estoy en España me dicen que hablo cantado, vivo con una Mexicanita que me ha robado el alma, pero no les contaré más de ella porque suelo ponerme monotemático.


COLECCIÓN DE TRISTEZAS DE UN HOMBRE ALEGRE

Cuarta entrega

CESAR, 22 de noviembre de 2004


Me gustaría contar a todos un recurso...

Me gustaría contar a todos un recurso que me ha servido mucho para disfrutar la vida y estar lleno de alegría. Cuando estaba por salir de la obra o cuando se inicio mi crisis empecé por un proceso de reinvención del “Chicharo” (yo) y comencé a recordar cómo era antes de ser de la obra y mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas pero de esas que salen como una especie de melancolía mezclada de contento…



Recordé cuando era niño y estaba trepado el mayor tiempo trepado en algunos de los árboles de una casa de verano propiedad de mis padres en una provincia, recordaba las horas que pasaba tratando de ver en que momento germinaba una semilla, cómo crecían los olivos, y una infinidad de insectos a los cuales les ponía nombre propio, recordé la libertad de pensar tonterías semejantes a tener poderes especiales, uno de tantos que tenía porque a esa edad era un “verdadero héroe” era el ver como películas los pensamientos de los demás y me divertía tanto al ver a una Tías ya vieja pensando en volar, repartiendo tortazos a malos policías. Recordé mi adolescencia cuando empezaba a coquetear a las niñas, con muy mala estrategia como haciéndoles enfadar, luego aprendí que había tratarles con delicadeza y así tuve mi primera novia, esa que te temblaba la mano cuando querías encender algún cigarrillo, temblor que varias veces me llevo a encender tres o cuatro cerillos para lograr encender ese cigarro que según yo me hacía ver interesante y mayor… Recordé mi primer beso, recordé que bien se sentía olfatear por accidente su cuello, recordé su mano, recordé además con alegría las veces que nos escondíamos de su padre para no ser sorprendidos e el sofá pegados como timbres postales... Recorde mi primer automóvil, mis amigos, mi fiesta de graduación, muchas travesuras, mucha diversión… y al mismo tiempo me pegaba una tristeza profunda en esos momentos, yo era un guiñapo que olía a normas, a frases prefabricadas, a alguna maquina que le aprietas algún botón y que solo sabia obedecer…

Para entonces la maquina estaba ya en proceso de descompostura, porque recordaba que era un alma rebelde que si le decían blanco decía negro, sólo por postura, así fui en la universidad, veo qué, por eso me llamaba tanto la obra por a frase “contracorriente”, pero ahora era un autómata, César para acá, pues para acá, que para allá, pues para allá, en resumen ya no era yo, no más.

El “niño viejo”, reclamaba sus juguetes perdidos, mis “torreones” flaqueaban, y los “muros capitales” estaban en crisis de convertirse en ruinas, ¡era el diablo!, me decían ellos, “tu vocación es para siempre”, “sólo escoge a los mejores”, “será bueno que vayas a un medico de casa”, “es normal la crisis cuando te falta espíritu”, “es normal si faltas a la obediencia”, “mortifica la memoria, te hace daño”, ya sabrán a lo que me refiero, pero la maquina ya estaba descompuesta y la reflexión obligada era la siguiente: “¿Por qué si esos recuerdos eran tan gratos, por qué si esas alegrías eran autenticas, ni no estaba apartado de Dios? ¿Por qué debía ser el diablo? ¿por qué?...

Me di cuenta que mi ser estaba completo, sólo estaba anestesiado, que no era falta de espíritu, era mí espíritu propio, que no era el diablo sino yo y mi conciencia. Empecé por atacar los escrúpulos propios de la obra y que son muchos, hasta en los sentidos el trato a los demás, la vista, el oído, excepto el gusto porque eme agradaba en parte la comida, pero todos los demás sentidos si no muertos, ya presentaban grados importantes de necrosis y sólo llevaba 7 años. ¿Qué pasará en los casos que hecha la fidelidad y pasados más de 20 años o que se encuentran en una edad muy adulta encuentran una crisis parecida a la mía? Yese tema me llena de “yu-yu” hasta el cuero cabelludo. Les mando un abrazo para los que están en ese caso, tanto dentro como fuera, especialmente a los que siguen dentro, les encomiendo siempre, muy a mi estilo ahora en una oración que intitulo “pretsels” que es una botana norteamericana salada, salada, ahí es donde encomiendo a todos ellos que decidieron apostarle a un “caballo” que no existe o debí decir un “borrico de noria”, pero como ese no corre en las carreras… aunque lo disfracen de “pura sangre”, mejor digamos que le apostaron a ese caballo…

Retomando lo que otra vez me estaba desviando para reponerse, reconstruirse, reinventarse repetía esta frase, “llegar a ser lo que eres”, que en sentido filosófico sería luchar por ser quien debes SER, por ti, no pongas a los demás a luchar por ti. La obediencia ciega es eso, imaginarse que alguien llámese director, o lo que sea va a derrotar tus demonios, te va a llevar de la manita al cielo, solo si supeditas tu ser a su hechura bajo el pretexto de ser otros Cristos, por favor… si otros Cristos, pero el se inmoló por nosotros, el ejemplo más grande que da es su palabra y ¡ya ésta” es todo se acabo, seguir sus consejos y listo… no adecuaciones deformadas de lo que quizá decir en algunos casos y seguir al pie de la letra lo que dijo otro, sólo porque lo dijo si esto conviene por razones de “espiritu”.

No somos fichas biográficas de “nuestras miserias y bondades” de algún centro, no somos… “llegar a ser, lo que eres”.

Un aneldota, diría Satur, pero este es de México, es que siendo “nume” estaba en plena pesca de un joven bastante piadoso, bueno, muy al estilo pitable, yo como moonie, autómata, le quería hacer picar como diera lugar pues formaba parte de mi “lista de San José”, ya estaba fichado.

Uno de esos días que hablaba de santidad en los deberes ordinarios, que en la obra no se hacen cosas “raras” sino que éramos de los mas normales, normalísimos, y libérrimos, este joven, que omito el nombre ahora que mí ya estimada “Curiosa” me ha localizado perfectamente en el mapa, jajajaja ( un saludo a esta entusiasta investigadora…), ya llevaba un plan de vida chiquitín, y un día me habla a mi oficina y me dice que al día siguiente no podía acudir a misa en su parroquia puesto que salía de viaje. Este San Rafaelín, me pidió que si podía acudir a misa a mi casa porque sabía que se oficiaba una a las 7 con 30, accedí y se me olvido decirle a mi director que este amigo acudía, no por mal espíritu, solamente, se me olvido y jajajajaj sorpresa, este amigo cuya virtud no era la puntualidad llego a una de las lecturas, y vio a unos extraños personajes que hablaban en latín, al menos durante la misa, que no se daba la paz, y se le hizo anormal, fuera del mundo, arcaico y ve tu a saber cuantas cosas que no dijo por “recubrirlo con el manto de caridad”. Posteriormente después de una llamada de atención a su servidor, me hicieron seguirle tratando y hacerle entender esas cuestiones, y mira que este joven no llegaba al tema de Cilicio y Disciplinas, como parte de su “formación”. Entendió, pito y despito al año, y es mi amigo, el tiene anécdotas también. Le estoy convenciendo que las escriba, sobre todo porque no es tan aburrido como yo, es bastante simpático… no como otros…

Ahora no me da tiempo para el psicoanálisis, ni dinero porque mi hijo aún nonato, se lo acaba todo entre doctores, cursos, estimulación, ropita, cunas, libros, que me esta saliendo caro el “Kilo de crío” y me falta el colegio, la universidad, etc… creo que la Chuiquita no esta dispuesta a ayudar, jajajaja ¡no es verdad corazón!, en verdad ayudas mucho… y te vez divina…

Me despido no sin antes decirles, no se duerman, ¡¡¡que ya acabé por hoy!!!

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