Ha vuelto a salir el tema del marquesado de Peralta solicitado y conseguido por monseñor Escrivá en 1968, tras pagar por lo menos un millón de pesetas de las de entonces según Jesús Ynfante (El santo fundador del Opus Dei, capítulo 9). No quiero entrar en los posibles motivos para solicitarlo, pero no cabe duda de que el fundador del opus Dei carecía de patrimonio personal familiar y por tanto tuvo que comprar el título con dinero del opus Dei (o que pudo conseguir gracias a ser el presidente del opus Dei, me da lo mismo), es decir con el dinero que ganaban sus “hijos” trabajando y que se suponía aportaban a la obra para las labores apostólicas.

Aunque una institución religiosa no sea una empresa que deba informar de sus cuentas a los accionistas, creo que la transparencia es necesaria, y existen unas normas deontológicas básicas . A mí no me cabe duda de que Escrivá actuó mal comprando un título con un dinero que no era suyo y que no estaba destinado a esa finalidad. A eso se le puede llamar malversación de fondos, se haga donde se haga.

Un abrazo a todos,

Galileo