Luces y sombras. Mi experiencia como supernumeraria (3).- Marypt
Fecha Sunday, 07 November 2004
Tema 010. Testimonios


LUCES Y SOMBRAS DE MI EXPERIENCIA EN EL OPUS DEI COMO SUPERNUMERARIA

Tercera entrega
MARYPT, 7-11-2004
(El texto original, en portugués)

 

Continuación de mi testimonio y otras reflexiones.

Observación previa: Agradezco mucho el trabajo de la traducción de mis textos; en relación al último texto (22/10/2004) me gustaría hacer una rectificación: cuando me refiero al matrimonio-sacramento, parece que lo desvalorizo; al contrario, valoro inmensamente el sacramento del matrimonio, en el cual ¡el propio Dios se compromete con marido y mujer en el camino de felicidad que ambos inician!

Me gustaría hoy tratar algunos temas diversos: son las luces y las sombras de mi experiencia en el Opus Dei. De algunos de estos asuntos se habla poco en Opuslibros...



, quizá porque no son muchas las supernumerarias que participan en la web (y todavía menos supernumerarios), quizá porque se tratan asuntos propios del Opus Dei, no de mi país (Portugal). Por eso me parece que tiene interés compartirlos con vosotros.

Más 'claros' u 'oscuros' de mi experiencia en la Obra

De una forma general, es evidente que los supernumerarios/as pueden aprovechar muchas de las ventajas de la Obra sin llegar a sufrir sus efectos negativos. Algunas de las vivencias a las que me voy a referir fueron para mí positivas, pero hubieran dejado de serlo si se me hubiese obligado a quedarme 'presa' dentro de la Obra y de sus centros.

Conocía personas maravillosas (Pero...)

Igual que muchos participantes de la web, puedo decir que encontré en la Obra personas maravillosas; y no diría que conocí personas buenas como en todos los ambientes, porque, en verdad, la realidad humana era bastante más positiva que en el resto de la sociedad. Entre todas, tuve un cariño especial por algunas numerarias bastante veteranas y que mostraban una 'juventud de espíritu' impresionante.

El reverso de la medalla, es el hecho de que también a mí me espantaba el ambiente tristón de ciertos centros de personas mayores, en los que se encontraban algunas numerarias de otro tipo: gruñonas, con manías, difíciles de soportar, etc. Durante un breve periodo tuve que hacer la charla con una de ellas; el periodo fue breve porque un día me dijo cosas tan agresivas que salí por la puerta con la intención de no volver. Después, la directora que era más joven y muy dispuesta, me telefoneó para explicarme que aquella persona no lo estaba pasando muy bien...

Más o lo que más me cuesta es saber que en casos concretos, lo mismo las numerarias con quien más simpatizaba, actuaran de forma dura y fría con las personas que querían dejar la Obra. El caso que conocí mejor sucedió en 2003 (cuando yo había dejado hacía mucho de pertenecer a la Obra), con una persona conocida mía, una numeraria con cerca de 25 años y a quien amenazaron de todos los males del mundo y que regresó a casa de sus padres en un gravísimo estado depresivo. Enterarme de lo que sucedió, fue para mí causa de una gran indignación, porque -tal vez ingenuamente- confiaba en que las prácticas más graves el Opus Dei, ya se habrían corregido...

Ausencia de manifestaciones de racismo

En relación a ese punto, sólo puedo transmitir un testimonio positivo: durante los muchos años (más de veinte) de contacto intenso con la Obra, siempre encontré una actitud de tratamiento no discriminatorio hacia las personas en función de su raza. Me impresionó bastante porque desgraciadamente no puedo decir eso acerca de los demás ambientes de la sociedad portuguesa. De una forma o de otra, aparecen siempre pequeñas (o no tan pequeñas) manifestaciones de racismo. En los centro del Opus Dei y en las actividades de la Obra aprecié siempre apertura y naturalidad con las que se trataba a las personas de cualquier raza..

Pero no podría decir lo mismo en relación a los prejuicios de tipo social y económico. Esos sí los encontré en el Opus Dei y un día escribiré sobre eso.

Formación cristiana a los jóvenes después de la revolución política de Abril de 1974

Este es sin duda uno de los aspectos específico de mi país. Yo conocí la Obra en mi adolescencia, en la segunda mitad de los años 70 del siglo XX, cuando Portugal atravesaba una situación política muy difícil. Ciertamente sabemos que en 1974 fue derrumbado un régimen dictatorial en el que había vivido el país más de 40 años y se pretendió instaurar un régimen democrático. Así que esto último sucediera, estuvimos sujetos al peligro de que se instaurara en el país un régimen de 'comunismo soviético' y en consecuencia, al peligro de una guerra civil... Fueron tiempos emocionantes pero también bastante peligrosos, aunque entonces yo no me diese cuenta claramente de los peligros...

Pero lo que importa para mi relato es que los clubes juveniles del Opus Dei tuvieron entonces un gran crecimiento, debido a que los padres de tradición cristiana estaban muy preocupados con el descalabro de muchas instituciones religiosas que cerraron sus puertas o estaban paralizadas por el miedo... Lo mismo que yo, comenzaron a frecuentar dichos clubes decenas o centenas de adolescentes y jóvenes. Puedo decir que muchos fuimos ayudados en nuestra formación cristiana y también humana. Basta decir que fue ahí, que por primera vez, aprendí argumentos serios contra la implantación de un régimen pro-soviético.

No sé si lo que voy a escribir os va a aparecer extraño, una vez que generalmente se asocia al Opus Dei a regímenes políticos de derecha, pero realmente la formación de la Obra fue para nosotros una ayuda para defender una democracia de modelo occidental y europeo.

Esto no signifique que los dirigentes del Opus Dei (en Portugal y en Roma) estuviesen satisfechos con la caída de la dictadura, régimen político que, en principio, les sería más favorable... No sé si es una paradoja o qué, pero en la práctica, no lo fue. Sin ser historiadora, pienso que se puede afirmar que -al contrario de lo que sucedió en España-, las actividades de la Obra se desarrollaron mucho más en los años posteriores a la 'revolución de 1974', que en los treinta años anteriores (Portugal fue el primer país de la 'internacionalización' de la Obra).

¿Cuál es la justificación para esta aparente contradicción? Aunque no disponga de todos los datos, creo que la respuesta se encuentra en el hecho de que el régimen dictatorial era profunda y arcaicamente nacionalista y, consecuentemente, anti-castellano y anti español. Con el cambio, bien los políticos, bien los responsables de la jerarquía católica veían ahora con benevolencia ¡la expansión de un movimiento intrínsecamente español!. Una prueba de lo que afirmo es el hecho de saber por fuentes seguras que uno de los más importantes ministros de Asuntos Exteriores del antiguo régimen, se manifestaba repetidamente en contra del Opus Dei, considerándolo un medio para la afirmación de las teorías 'iberistas', es decir, de unión política de la península ibérica.

Más adelante volveré a hablar del ambiente que se vivía en esa rápida expansión de las actividades juveniles de la Obra y de sus efectos más relevante: la primera 'siega' de vocaciones recolectada entre los asociados/as a los clubes, adolescentes que hasta hacía poco tiempo ¡jugaban con muñecas o con coches!

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