¡Ayyyyy la política!.- (Cap.31 de 'A quien pueda...').- Satur
Fecha Sunday, 07 November 2004
Tema 100. Aspectos sociológicos


¡¡¡Ayyyyy la política!!!!

Cap.31 de 'A quien pueda interesar'
Enviado por Satur el 7-11-2004

 

Iba paseando por la ciudad feliz, engallado el cuerpo, pensando en la frase que me había dicho La Piedra cuando le dije al acompañarla al trabajo "Piedra, estoy seguro de que te puedo hacer más feliz todavía" y ella me contestó "¿más feliz?, ¿qué pasa, me vas a dejar para siempre?".

Es curioso. Mi madre ya me tomaba el pelo de muy chiquitín, de hecho he llegado a pensar si toda mi relación con las mujeres no habrá sido una tomadura de pelo tras otra, como una broma el 28 de diciembre donde el inocente siempre era yo. Por ejemplo, mi madre me tuvo engañado durante años diciéndome...



y asegurándolo muy seria, que la vecina del tercero -una preciosísima niña que hasta los perros y los gatos se daban la vuelta para verla y que respondía al nombre de Manuela-, pues que tocaba el piano a tres manos. Yo de pequeño era un niño bueno que jamás hubiese pensado que mi mamá me las colaba del treinta y tres, así que en mi escuela se lo contaba a todo el mundo: tengo una vecinita que toca el piano a tres manos. Y los niños me miraban alucinados, admirados de que un tipo como yo conociese semejante monstruo. Hasta que un día uno de los niños, un cerebrito, lo puso en duda y, más aún, se me cachondeó. Se rió de mi y, lo que para mi era peor, de mi mamá o de mi mááámal, que diría el Ríííchal). Así que fui a casa y se lo pregunté entre pucheritos.

- ¿Qué te pasa? -me dijo al ver mis morritos de Bambi
- Pues que dicen los niños del colegio que no es verdad que la vecina toque el piano a tres manos.
- Pues sí que lo hace. Ya te lo dije. Toca el piano, maravillosamente, a tres manos.
- ¿ Y tiene tres manos Manuela?
- Claro. A Manuela le llaman Manolita, y cuando toca el piano usa la mano izquierda, la mano derecha y la Mano...lita.

Mi madre contaba esto con una seriedad que a mi me confundía y pensé " ¡¡¡claro, la Mano...lita!!!. Y al día siguiente me presenté en clase todo chulo para que vieran que de uno no se ríe nadie y que mi madre no mentía. Las risas aún se escuchan en las noches de luna llena en el meridiano de Greenwich.

Pensando estas cosas decidí tomar un algo en una cafetería con nombre que la pluma no puede, no debe escribir y en ello estaba cuando en un diario local me encuentro un artículo de uno que fue Secretario de la Delegación y ahora dirige un centro con la experiencia de un viejo gudari. Dispone de columna propia, el tío. A mitad de la lectura la tostada de mantequilla y kechup se me desparramó por boca, barbilla, cuello, en una palabra, por todo mi ser. No podía creer lo que estaba leyendo. Un sidral que me dispongo a compartir porque las penas compartidas son la mitad de pena.

Titula la colaboración "I like Kerry". Le gusta Kerry. Ya empezamos mal, pensé. Y no porque yo like a Bush, sino porque no conozco a nadie en Europa que se atreva a escribir "me gusta Bush". Y jugar a políticamente correcto, pues qué quieres que te diga...

Comienza examinando a Bush desde el punto de vista de los valores. "Examinemos los valores positivos -escribe- representados por el candidato Bush: 1) restricción del aborto. 2) preservación del matrimonio, sin mezclarlo con otro tipo de uniones exclusivamente afectivas. Valores negativos -sigue el articulista-1) la guerra; 2) el fundamentalismo religioso. Resultado negativo, Bus go home".

Bueno, hasta aquí, pues vale. Es una opinión .Pero el tío ve un charco y allá que se mete. ¡¡¡A la piscina!!!

"Fundamentalista es el que impone su fe a los demás. Es un peligro, una caja de bombas... Hay tres tipos de fundamentalismos: el musulmán, el protestante como Bush y el fundamentalismo ateo... El musulmán es un flagelo, una desgracia: todo lo que toca lo convierte en aridez porque no deja libertad. El protestante es un peligro, porque no tiene misericordia... el ateo es el peor porque ni deja libertad ni tiene misericordia... y, además, es hipócrita porque se oculta tras una apariencia de diálogo".

Salto mortal con tirabuzón y con tutú de velcro. Continúa el jambo... "¿Y el fundamentalismo católico?. No existe porque el catolicismo prohíbe el fundamentalismo... Si se es católico no se puede ser fundamentalista. Y si se es fundamentalista no se puede ser católico. Se puede ser sólo mal católico. O un criptoprotestante" - (¡¡¡tócate los mastoides, colegui, tronco)...

Y ya, para acabar de joder la marrana, va y dice "El católico puede ser un papanatas, como Kerry, el pobre, pero no un fundamentalista". Macho, menos mal que YOU LIKE KERRY que si no me le pones de vuelta y media.

No se corta un pelo. Termina con una pregunta "¿Y el nacional-catolicismo que padecimos en nuestro país no hace tanto tiempo?. Pues eso fue una desviación, una mala interpretación del catolicismo. Fueron malos católicos...".

Bueno, como ya estás metido en el sidral, te voy a dar pistas para que te aclares un poco. Listillo. Que si te dedicas a la magia se te escapan los conejos, se te caen las cartas, los falsos bolsillos te saldrían por las costuras y de las orejas se te caerían los euros. Coperfield.

Porque sí que hay fundamentalistas católicos -y por supuesto que están prohibidos por la Iglesia-, pero haberlos haylos. Y no pocos. Porque lo que hace al fundamentalismo peligroso no es que la Iglesia sea o no fundamentalista -que no lo es-, sino que hay pelsonas humanas cuelpos que sí que lo son. Y las arman de mucho cuidado. Y la Iglesia repetidas veces, cosa que no gusta a los fundamentalistas religiosos, algunos cuantos bastantes de ellos en el opus dei, ha pedido perdón por sus errores y pecados del pasado. Y se referían a haber provocado situaciones de falta de libertad, y a abusos de poder, a actuaciones por intereses bastardos, a pecados de omisión... El Papa, este Papa que os gusta para lo que os gusta y para otras cosas no tanto, ha pedido perdón públicamente y ha llorado.

O sea, que sí. Y haber cuando pedís perdón por algo.

Y aún más. Un día, hace dos años y medio, nos encontramos tú y yo en la calle. Fue la primera vez que nos vimos después de dejar la opus -tú estabas de curso anual. Me comentaste, muy serio y muy directo, como eres tú, que "estaba haciendo mucho daño a gente del opus dei porque me estaban viendo ir a Misa a diario, feliz, sereno y normal. Y paseando con La Piedra como si no pasase nada y, encima, sonriendo y tal. Y que eso hacía mucho más daño que si no me viesen... o si supieran que soy un triste, un resentido y un colgado. Y me echaste en cara, colegui, que yo había prometido que cambiaría de ciudad... No nos enfadamos, no fue una conversación tirante. Terminamos el café y cada uno se fue por donde había venido.

Tú no lo sabes, y probablemente nunca lo sabrás, pero eso es ser fundamentalista. Exactamente eso. Porque, lo escribo con las mismas palabras que tu usas en tu artículo, me quisiste quitar mi libertad aconsejándome que desapareciera de la vista de tus chicos supernumerarios, de la ciudad y del mundo conocido, no tuviste misericordia ninguna de este torpe muchacho pecador, y -lo más duro- fuiste un hipócrita que te ocultaste bajo la apariencia del diálogo.

Por cierto, como te prometí, no he vuelto a pisar la casa de ese supenumerario para que sus hijos "no vieran al Satur con su mujer y, los pobrines, no se escandalizaran de moi".

Lo que pude cumplir, lo hice. Tontaina.

A Epi le están dando cera por asuntos de política. No sé. En esto cada uno tiene sus simpatías y sus antipatías, sus filias y sus fobias, y creo que es materia más pegajosa que la hiel. Vivimos tiempos difíciles donde resulta casi imposible saber qué criterios seguir, excepto el propio. De mi diré que no he votado jamás, que no me interesa para nada la cosa pública desde la política, que he visto demasiados cambios personales por puro interés, por estar lamiendo la mano que te da de comer, por no perder privilegios, por orgullo y por estúpidas vanidades. Lo he visto en instituciones, en asociaciones, en personas. Nada es lo que parece, y lo que parece es. Es un mundo este de la política donde muchas sonrisas son auténticas cicatrices que duelen, y duelen mucho.

Larga me está saliendo la correspondencia, pero todos hemos visto como gente de la opus que hasta el 75 eran fachas de esos de "a mi derecha la pared", se han ido posicionando, así como el que juega al un dos tres chocolate inglés, o al estatuas mudas e inmóviles, en trincheras de centro, de izquierda o nacionalistas sólo por estar donde se cuece la manteca. Familias prominentes que chuparon durante los años del franquismo, gente de empresa, de la banca, de las finanzas, del derecho, los encuentras pocos años después chupando de partidos en el poder, sean del signo que sean-: da igual. Vale todo. Yo a lo mío y los demás que arreen.

El mismísimo aopus cuando cambiaron las tornas en comunidades dominadas por partidos nacionalistas no dudó en sumarse al carro y levantar las patitas encantado de participar en el reparto de la tarta. A muchos sacerdotes que no sabían predicar en catalán,.o en vasco, o en bable, o en ché, los enviaron a confesar a agregadas viudas, o a colegios del extrarradio; directores de obras corporativas y personales fueron cesados por no ser afectos al nuevo régimen. Otros, más listillos, se afiliaron al PNV, o a Euskadiko Ezquerra, o a Convergencia, o a Unió (allí muchísimos)... tipos con unas biografías que darían risa si no fuera por los patéticas que son.

Se contaba que un molt Horinable, que en sus tiempos mozos perteneció a la Cosa, se quejaba de que la opus era muy española... poco le duró la queja. Se cambiaron rótulos, modos de redactar, modos de predicar, criterios, tarjetas de presentación , nombres propios... sólo les faltó hacer un castellet de numerarios con un recién pitado en la punta delante del Palacio de la Generalitat con un banderín que dijera "Pau. Per sempre" (el pax in aeternum de toda la vida)..

Viví en un centro donde el sacerdote y algunos más eran de esa cuerda. Residía allí también uno, un tipo muy prestigioso, aragonés, listo... pero hasta los huevillos de toda esa parafernalia.

Y en una meditación estaba el cura predicando en catalán y en esto que se levanta el maño y grita "¡¡¡es lo que me faltaba por oír!!!". Y sale del oratorio dando un portazo. Yo, la verdad, desperté por el grito del tío, pues era condición mía natural de muchos años que sobaba a base de bien en las meditaciones de ese cura (pido perdón y penitencia), así que no me enteré del motivo del cabreo. Se lo pregunté más tarde.

- Pero -me contestó-, ¿no te das cuenta que siempre que habla de un ejemplo malo, de una persona que trabaja mal, o que no es honrada, o que no es sincera, dice "si el Gonzalez no treballa be, de alló mes bé, no hi será sant i allavorens que li farem..."
- Joé, pues tienes razón.
- Claro que sí, hombre, claro que sí. Y cuando es un tío que va bien va te suelta "doncs el Oleguer Puig i Puig es de alló mes bo". Y es que me toca los collons.

Y no le faltaba razón. En el colegio el sacerdote atendía a los chicos de varios cursos y era cierto -así lo comprobé desde aquel día- que los malos siempre se llamaban Pedro Perez, Alberto Jiménez, Honorio Aznar... Y los buenos eran Pere Pujol i Puigcercós ,o Jaune Piqué i Raventós , o Wilfredo el Pilós i Calafall.

¡¡¡Ayyyyy, la política!!!

Ay la política

continuará







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