Despejar las cuitas de Daniel.- Brisas
Fecha Monday, 01 November 2004
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


Daniel, en su escrito de 27 de octubre, se hace la pregunta de por qué no hay testimonios que nos ilustren acerca de la adaptación de la vida en pareja de las ex opus. El hace varias conjeturas, utilizando una fina y sutil ironía, pero yo voy a intentar darle un dato más para ayudarle a despejar sus cuitas.

Se verá que nada es de mi cosecha, sino de la propia cosecha del Opus Dei. Yo lo transcribo aquí, aunque probablemente no podré evitar algún comentario, luego cada cual que saque sus propias conclusiones.

Dice la Regulae internae pro Administrationibus en su punto 39, apartados uno y dos, lo siguiente:

§ 1. En las Administraciones ordinarias, la encargada de la portería, en lo posible, debe ser una Numeraria Auxiliar, una Agregada o una Supernumeraria especialmente probada y discreta, que tenga al menos cuarenta años.

§ 2. En la portería, mientras la Administración atiende este servicio, deben permanecer siempre dos personas: la portera (§ 1) y otra que la acompaña.

No pude evitar al leer el apartado 1 que donde dice “que tenga al menos cuarenta años” tenía que haber dicho “..... y además fea”. Evidentemente lo que se trata de evitar con estas indicaciones y con las que se hace a la Sección de Varones de la guarda de la vista, es que un muchacho residente se enamore locamente de la portera y, en consecuencia, haya lío. Lo de fea es importante ya que así, a bote pronto, se me ocurren unas cuantas cuarentonas que harían las delicias de cualquier muchacho: Kim Bassinger, Demi Moore, Andy McDowell..... etc.

El punto 42 también previene cualquier locura de los ojos y la imaginación:

La portera y la persona que la acompaña (n. 39, § 2) -serán dos, por supuesto, y esto es cosecha mía- llevan siempre uniforme, excepto en los primeros momentos de la mañana dedicados a la limpieza de la zona de la portería; y deben tener otro trabajo, compatible con la labor de su encargo, para que estén constantemente ocupadas y aprovechen el tiempo.

Es decir, un uniforme que sea la antilujuria, menos cuando limpian que no las ve ningún hombre. Y, eso sí, otro trabajito, para llegar bien molidas a la cama.

Y ya el 44 es para nota:

§ 1. En la portería —al alcance de la mano y en un sitio discreto— habrá un pulsador de un timbre de alarma, que se oiga bien en la misma portería, en la Administración, y en varias zonas de la Residencia.

§ 2. La portera dispondrá también de un teléfono, que comunica exclusivamente con la Administración, y que queda cerrado con llave, mientras la portería es atendida por la Residencia (n. 41).

La alarma no es por si hay un incendio, no, es por si entre los residentes se encuentra el violador del chándal. Ya sabéis, no vaya a ser que, aún así, la portería donde está la cuarentona fea con el uniforme horroroso es asaltada con malas intenciones. Lo que yo me pregunto es cómo, ante un ataque, la pobre víctima le da a la alarma, busca la llave del teléfono, llama y dice eso de.... “Houston, tenemos un problema”.

Daniel, ¿todavía tienes dudas de que a un ex, una vez dejada la Cosa, le cueste comenzar una relación afectiva?.

Un saludo,

Brisas









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