Malas notas (Cap. 56 de 'El buen pastor').- Nacho Fernández
Fecha Wednesday, 27 October 2004
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


MALAS NOTAS

Cap.56 de 'El buen pastor'
Enviado por Nachof el 27-octubre-2004



El día 24 de octubre, Vitruvius publicó en la sección de ' tus escritos ' de opuslibros una colaboración en la que se podía ver una hoja de normas de las que utilizan numerarios y agregados cuando se hacen de la obra. Una vez observada y teniendo en cuenta la experiencia de casi 34 años, llego a la conclusión de que "pitar", hacerse de la obra, influye en el rendimiento académico de esos chicos y chicas que van con toda su buena fe a entregarse a Dios y a quien se entregan es a los caprichos y órdenes de los máximos dirigentes de la prelatura, eso sí sacrificando su futuro profesional en muchos casos. Eso fue lo que me sucedió a mí...



Cuando yo me hice de la obra, estudiaba tercero de la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Hasta ese momento, estudiando en casa de mis padres, había superado todos los cursos sin repetir ninguno. El segundo año me habían quedado dos asignaturas muy fuertes para el verano y en septiembre las superé.

Pasados unos meses cambió notablemente la situación. Empecé a ir por un centro de la obra que había en la calle General Oráa, 5 de Madrid, que pertenecía a la familia de Don Fernando Valenciano, uno de los máximos directores del entonces denominado Consejo General de este instituto secular, aunque al fundador, el Santo Marqués de Peralta, no le gustaba esta denominación. Cuando comencé a frecuentar ese lugar era el mes de noviembre de 1964. Rápidamente fueron a por mí y el 19 de marzo de 1965 escribía la carta de incorporación al Padre (entonces el fundador) en una noche, en la que también escribió un compañero de opuslibros: el que firma "Harto". Hoy gracias a la web he recuperado su amistad pues los dos nos fuimos, el con 12 años dentro y yo con casi 34. "Gracias a Dios que nos fuimos", aunque yo tardé bastante más.

La llamada "Hoja de normas" que publica Vitruvius da razón de todas las oraciones y actos religiosos que practica un joven que se incorpora al opus dei.

A continuación paso a dar cuenta del tiempo medio que se emplea en cada una de ellas: ofrecimiento de obras, unos dos minutos; oración, media hora por la mañana y otra media por la tarde; Santa Misa, cuarenta minutos; Sagrada Comunión, está incluida en la anterior; Angelus o Regina Coeli, cinco minutos; visita al Santísimo Sacramento, cinco minutos; Santo Rosario, veinte minutos, si se reza solo una de las partes, y si se hacen las otras tres partes restantes, quince minutos más por cada una; lectura espiritual y lectura del Evangelio, quince minutos; preces, cinco minutos; examen particular, unos dos o tres minutos; examen general, otros dos o tres minutos; mortificación por el Padre, en numerarios y agregados suele ser la ducha de agua fría en invierno o en verano, que da lo mismo; tres avemarías de la pureza, dos minutos; agua bendita, un segundo; confesión, cinco minutos a la semana; charla fraterna (antes se denominaba confidencia), veinte minutos a la semana; mortificación semanal, no cuenta; Salve los sábados, dos minutos; Salmo 2, otros dos minutos los martes; retiro mensual, si se es numerario, desde las once de la mañana hasta las cinco y media de la terde de los domingos; si se es agregado, la tarde de los sábados, desde las cuatro y media hasta las 9 de la noche, o la mañana de los domingos, desde las 9 de la mañana a las dos de la tarde; cuenta de gastos, es una cosa que se hace mecánicamente durante un minuto, aproximadamente; cartas al Padre, una vez al mes, aproximadamente unos veinte minutos, según la facilidad de escritura de cada uno.

Estos son algunos de los datos que nos incluía la "Hoja de Normas" que nos facilitó Vitruvius. Pues bien, a todo esto hay que añadir que existen semestres de invierno, en los que los de la obra, si son estudiantes, deben compatibilizar los estudios en la universidad con los internos de la obra (Filosofía y Teología); semestres de verano, también estudios internos durante otros 25 días. Hay que aprobar las asignaturas internas con notable o sobresaliente (magna cum laude o summa cum laude), las otras da igual.

Si a todo esto añades que, en muchos casos, los numerarios y agregados, desde que se incorporan a la obra deben asistir a un llamado círculo de San Rafael (otros cuarenta minutos semanales), un círculo breve para los ya incorporados (otros cuarenta minutos) y recibir charlas o llevar amigos a las labores, lo que supone otro gasto considerable de tiempo.

Lo he padecido en mis carnes y lo comento. Una vez que me hice de la obra en el centro de General Oráa, 5, todos los días iba a estudiar al centro, lo que suponía una media hora de ida y otra media hora de vuelta. Cuando me ponía a estudiar, se me encargaba que abriera la puerta por medio de una especie de mando, que, en muchos casos requería acercarse hasta la puerta de entrada.

Cuando escribo esto me acuerdo fundamentalmente de los padres que tienen hijos que van por los centros de la obra. Han de saber que estos jóvenes gastan lo que acabo de decir. Si se incorporan como supernumerarios a la obra, cosa no frecuente, el gasto de tiempo disminuye considerablemente, pues es más ligero.

Después de presentar todos estos datos, llego a una conclusión: el hecho de pitar e incorporarse a la obra supone un empeoramiento de las notas para ese buen chaval o joven que lo hace con toda su buena fe. ¿Nos damos cuenta de todo el tiempo que gasta? En el mejor de los casos, estos datos son correctos, si no se ha producido una situación de acoso sobre una posible vocación.

No es necesario aclarar que yo repetí curso. Había que ser un genio para aprobar todo --se nos pedían las mejores notas-- y salir adelante. Mi padre y mi madre se quejaban de mi situación y llegaban a la conclusión de que la obra había influido en mis malas notas. Hay casos dentro de la obra que son la excepción a lo que comento. Por eso, ahora lo revelo para abrir los ojos a los padres cuyos hijos van por centros (también les llaman clubs) de la obra. Que no les quede ninguna duda: si sus hijos sacan malas notas es "en nombre de la santidad y de llevar a Cristo a la cumbre de todas las actividades humanas".

 

continuará







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