¿Cómo que cual es el problema? Para Rodrigo Cáseres.- Kaiser
Fecha Wednesday, 27 October 2004
Tema 070. Costumbres y Praxis


¿Cómo que cual es el problema?

Copio literalmente del correo de Cáseres:

"Me da sincera tristeza verlos en esas; y la verdad pienso que es una posición poco noble de algo que una vez amaron y ahora prostituyen. No me interesa pelear, pues debo respetar su posición, más que eso su situación".

Pero, vamos a ver, señor Cáseres. ¿No dice usted que no quiere pelea? Entonces, por qué irrumpe en la cristalería soltando coces como la de que nosotros prostituimos nada? ¿Quién prostituye a quién? Para que se dé la prostitución (yo no venía aquí a hablar de estas cosas, pero estos hermanos es que no tienen remedio) debe haber un lucro, señor Cáceres, y debe haber explotador y explotado, es decir, alguien que se beneficia lucrándose a costa de otro que se prostituye. ¿Quiere que le diga -ya puestos- quién prostituye aquí a quién? Pues mire usted, señor Cáseres, y fíjese bien, porque dice que lleva muchos años y conoce todo lo que aquí se ha dicho. Aquí quien prostituye es quien teje una red de menores a los que cobrará por acudir a cursos y convivencias en casas prestadas en las que comerán lo donado por algún cooperador. Dinero que pasará integramente a las arcas. Prostituye quien obligará a esos menores a atraer a más menores para que los ingresos vayan en progresión geométrica. Prostituye quien secuestra -literalmente- jóvenes incautas y desprevenidas con malentendidos y verdades a medias para explotarlas sin el menor miramiento al servicio de la cosa, sin pagarles lo debido, defraudando al erario público, al negarles su renta, los impuestos que se derivan de ella y los seguros sociales. Prostituye quien explota a los "suyos" haciéndoles trabajar y rendir en las ocupaciones que le benefician sin pagarles lo debido y cobra además a las familias por los gastos de estancia del explotado sin éste saberlo. Prostituye quien miente y enmascara, prostituye quien atropella la dignidad y la inteligencia humana, prostituye, en fin, quien utiliza la buena fe de las gentes, la capacidad de entrega, la ilusión, la espontaneidad, la Fe, en suma, todo lo que de bueno hay en el mundo, para pasarlo por caja. Mire usted, por donde, señor Cáseres, hablando del ruín de Roma y por la puerta asoma. Y usted dice ser conocedor de todos estos hechos.

Pues yo le digo una cosa, señor Cáseres, usted no ha sido sólo testigo de estos hechos. Usted es cómplice y cooperador necesario en la comisión de estos delitos. Sí, señor, delitos. Contra la infancia, contra la libertad de conciencia y de pensamiento, contra la libre circulación de las personas, contra su dignidad y su integridad, contra la salud, contra la Hacienda. Si calculamos el número de personas que han trabajado, trabajan y trabajarán, entregando sus jornadas, con su buen o regular hacer, y hasta su ocio, sin cobrar un duro y sin dar de alta en la Seguridad Social, tenemos un fraude monumental, cuyo importe fácilmente daría con los huesos en la cárcel de los perpetradores de tamaña felonía. ¿No es éso prostitución? Pues podemos llamarle CHULO.

Sin ánimo de pelea, naturalmente.

Kaiser.









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