Por motivos de trabajo me toca convivir con gente de otros países. Ahora estoy en contacto con gente de Noruega, y hace poco surgió el tema de las sectas. Noruega es un país principalmente protestante, pero también abundan pequeñas iglesias, de estas con nombres muy raros, parte de las cuales tienen bastantes tintes sectarios. Uno de mis compañeros noruegos vivía cerca de un pueblo donde se instaló una de estas sectas, y escribió un artículo a propósito del tema en un periódico local en el que colaboraba. Me contaba que esta secta tuvo un crecimiento muy rápido, ya que cada vez iban reclutando a más gente hasta que al final se descubrió que la policía tuvo que intervenir. Al contarme cómo esta gente manipulaba, sobre todo a los jóvenes, cómo procuraban que los nuevos miembros no dijesen nada en casa “porque sus padres no lo iban a entender”, cómo amenazaban con los mayores tormentos en esta vida y en la siguiente si se abandonaba el grupo, etc, etc, se me venía a la mente todo lo que sé del opus dei. Así que le pregunté si alguna vez había oído hablar de ellos, y me contestó que había leído el “Código da Vinci”. Pero claro, a mi entender ese libro no explica en absoluto lo que es el opus dei, y así se lo dije.

En resumen le expliqué cómo funcionan, cómo reclutan adolescentes, recordé testimonios de esta página, etc, etc, y por supuesto llegamos a la conclusión de que si bien el Opus Dei no es una secta de estas extremas, en su proceder, en la manera de captar nuevos miembros, en las amenazas, en el control tan absoluto, etc, se adivinan métodos sectarios. Al exponerle toda la información desde mi experiencia personal con “la casa”, y al hablarle de lo que aquí se cuenta, este amigo mío no podía entender cómo la Iglesia Católica se quedaba tan ancha, cómo era posible que se permitiese semejante manipulación de conciencia, en definitiva, cómo no se hace algo, no les llama la atención, no se investiga “oficialmente”, por ejemplo, no se hace un estudio del porcentaje de personas con problemas psicológicos pertenecientes a la obra... algo, algo!!

Para colmo, hace poco tuve una discusión con un familiar mío sacerdote de la obra, y como estoy especialmente sensible con este tema, le conté algunas de las barbaridades que vi, en primera persona, cuando estaba en contacto con el opus dei, en el colegio primero, y por motivos de trabajo después. Barbaridades hechas por personas si, pero personas con su conciencia deformada debido al machaque opus dei. Es decir, por personas institucionalizadas. Pues bien, puso el piloto automático en su cerebro, y me contestó “lo que debía” contestarme. Palabras muy bonitas pero vacías de contenido. Sin mojarse en absoluto. Y a la vez defendiendo con uñas y dientes al opus dei. Lógico. Está completamente programado. Es muy cruel inducir a alguien inteligente, sensible, buena persona donde las haya, a no razonar, a cuestionar siempre su propio criterio, a depender de manera enfermiza de la institución, en definitiva, a perder completamente la libertad y convertirse en un puñetero robot. Y si encima eso lo ves en un familiar cercano, es muy doloroso. No creo que el fundador de la obra fuese mala persona, no, es posible que en su corazón desease lo mejor para todo el mundo, pero lo que creó fue una secta, así de sencillo, una secta. Y que la Iglesia lo haga santo por eso le resta muchísima credibilidad... Así es como lo siento.

Sentiros muy orgullosos de esta página porque estáis haciendo muchísimo bien a muchísima gente.

Un abrazo
Sara