Muchas gracias.- María Cristina
Fecha Monday, 18 October 2004
Tema 130. Agradecimientos, felicitaciones


Apreciados Orejas:

He quedado muy gratamente sorprendida por la repercusión que tuvo mi testimonio de vida el día 13/10. Agradezco mucho las palabras de todos los que me mencionaron, especialmente M.S., Ana Azanza, Jorge, Otaluto, Daniel, Flanpan, EBE, Satur... y no podía ser de otra forma: también a José Carlos.

Justamente a José Carlos: iba a explicarte lo del “vetitur” canónico que me impusieron tras el proceso de nulidad pero Gregory P. se me adelantó y lo explicó muy bien en su correo del 17/10. Muchas gracias Gregory por tus palabras y efectivamente, sabía que si deseaba casarme nuevamente por la Iglesia debería solicitar una dispensa al Ordinario Local.

Me ha hecho reír Satur con sus anécdotas del otro Jorge, que rompía puertas y abofeteaba personas; y luego parecía más bueno que Lassie. No me caben dudas que estos “Jorges” eran personas enfermas y que ya traerían esa “mala maña” desde mucho tiempo atrás; pero hete aquí que en el caso de mi ex estimo que la salida no deseada le activó una especie de bomba de tiempo que acabó estallando en mi cara.

De todos modos, aunque la gran mayoría de opusianos no peguen a sus esposas y hagan el amor “en pelotas”, estoy convencida que una mujer que se case con un supernumerario o un “cooperador fervoroso” (como el energúmeno que me tocó), tiene que estar dispuesta a llenarse de hijos, bancarse la vida opusiana del fulano (sus misas diarias, sus confesiones y charlas semanales, retiros y otras obligaciones propias de la condición), ser dócil y sonriente, afín a su ideario y mandar a sus hijos a los colegios del opus.

Porque hay una realidad bien clara: ellos NO ACEPTAN una mujer que sienta o piense diferente. Tampoco aceptan una mujer independiente y que brille con luz propia; de eso me di cuenta cuando concurrí a las reuniones donde casi ninguna trabajaba fuera de su casa (tenían estudios pero no los ejercían) y siempre se recalcaba en la importancia de ser esposa y madre de muchos hijos.No lo aceptan porque se les hace como una segunda piel, es su naturaleza y es parte del apostolado llevar a la familia hacia la obra. Así se forman verdaderos ghettos cerrados donde prácticamente las únicas amistades que tienen y las únicas vinculaciones posibles son con gente del opus. De ahí también que se les considere como una “secta” ya que si no se es afín a sus códigos y prácticas; es muy difícil convivir con ellos.

No sé si con los años algo habrá cambiado, de todos modos no quiero crear controversia sino expresar las dificultades que pueden llegar a vivir las personas que intenten entablar relación con alguien de la obra.

Nuevamente muchas gracias por tanta consideración y generosidad de vuestra parte.

Un abrazo grande
María Cristina







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