Cariño de verdad, el gran ausente.- Pensativo
Fecha Monday, 18 October 2004
Tema 070. Costumbres y Praxis


Cariño de verdad, el gran ausente.

Voy siguiendo la correspondencia, las comunicaciones, los escritos, al mismo tiempo que va quedando en la distancia el momento en el que dije adiós. Si pongo unas letras es después de pensar, no se si mucho o no, sobre las causas, los motivos, lo que yacen en el fondo de la salida/despedida/huida de muchos de los ex.

Así, uno escribía sobre el convencimiento de tener, desde el principio, la sensación de días contados y nos pregunta si los demás la tuvimos, otros ... sobre el trato que recibieron o dejaron de recibir de los que se llamaban sus hermanos/as en la institución.

Lo he considerado, he leído con detenimiento, he repasado vivencias y, llego a una conclusión: muchos nos fuimos –junto a otras razones- por que no encontramos el afecto, el cariño, la estimación, el amor (llamadle como queráis) que se suponía existía. Se nos hablaba de quererse, pero no había espacio para demostrarlo. En unos casos no nos lo mostraron –realmente, no formalmente- y en muchos (la mayoría) no pudimos, por la maraña de normas, criterios y notas, volcarlo en quienes nos rodeaban. No sentimos el cariño que uno palpa, nota y siente, verdaderamente, cuando llega a su casa.

Querer es compartir realmente, es poder manifestar, en verdad, el afecto a quienes estima en concreto y siempre que haga falta, es saber que aquel / aquella es alguien que me quiere que, si sufre, le hace falta algo mas que un criterio u otro, algo más que una indicación o un ¡animo!, es saber que no somos maquinas cumplidoras de mandatos e indicaciones. Que necesitamos sentirnos queridos.

¿Por que digo esto? Por que lo he visto. Por que lo he pasado mal –estando dentro- al ver que en ocasiones a quienes quería no les acababan de entender por que no les acababan de querer. Por que, muchas veces, se imponían los criterios sobre las personas, por que no era yo, tu, aquel, ahora y en este caso, sino ésto esta indicado, en éste caso conviene, ya lo he consultado, está previsto... ¿Dónde quedan las personas, su alma y su corazón, sus sentimientos?.

No se puede nadie amparar en la manida expresión de la farmacopea. Algo que no saben es que cada uno es cada uno, por eso se empeñan en la uniformidad, en hacer hombres fríos, es decir, se empeñan en vivir partiendo de la inexistencia de la verdadera y esencial necesidad de que hemos de sentirnos queridos. Es “cariño” –por darle un nombre- de charla, de frase hecha, de vademécum, pero –lamentablemente- brilla por su ausencia el cariño (sin comillas).

Uno/a no se va, no se aleja, ni se ausenta de los lugares, ni de las personas que le quieren (se lo demuestren mas o menos). Uno/a no se marcha del lugar en el que se sabe ayudado desinteresadamente solo por que se le quiere. Uno se va de lugares y se aleja de lo que es frío, de lo que llega a ser inhumano. Se aleja de lo que no tiene fondo de cariño, de comprensión.

Solo añadiré que, para mi, una manifestación de contrario, de todo ello, es leer los escritos de los ex cuando hablan de su familia, de su mujer, de sus hijos: rebosan cariño, aunque no nos cuenten hechos y sucedidos.

Siento haberme alargado mas de lo que pensaba. Un saludo a todos.

Pensativo







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