Vi en tu relato el inicio de mi salida de Casa.- Tibete
Fecha Sunday, 26 September 2004
Tema 020. Irse de la Obra


Traducción del correo de Tibete (22.9.2004, en portugués), al español:

Estimada Ami:

Quedé sensibilizada con tu carta y sólo espero que puedas comprender mi idioma (escribo en portugués porque no me atrevo a escribir en castellano - no hay nada peor para un español que un portugués intentando hablar castellano así que cuánto más a escribirlo!!!! - no me arriesgo! Por favor, alguien que traduzca, si es posible).

Comienzo por pedirte disculpas, Ami, porque este mensaje no ha surgido inmediatamente, apenas enviaste tú. Eso se debe al simple hecho de que me quedé reflexionando sobre lo que sería más útil decirte. Por otra parte, me quedé desconcertada porque volví a ver en tu relato el inicio de mi salida de Casa. Pienso que contarte lo que sucedió conmigo te podrá ayudar. Con todo, haré mi relato partiendo de la base de que sabes que SÓLO TÚ puedes decidir sobre tu vida...

También fui supernumeraria (durante 6 años), pero no estaba casada, ni tenía los compromisos que tú tienes. Con todo, la edad y la experiencia de vida que tengo en este momento me permiten estar en condiciones de aconsejarte. Quiero decirte que mi salida de Casa tardó más o menos un año y comenzó por los sentimientos que tú relatas ahora. Quiero también decirte que en ese periodo adelgacé 13 kilos!!!! Por lo tanto... prepárate, amiga mía...!

Voy a contarte resumidamente, lo que se sucedió conmigo.

Mis primeras dudas surgieron de la misma manera que tú retratas: "Siento que no soy feliz, que no soy yo misma". Era un sentimiento genérico de desasosiego, de no estar bien. Ni yo misma sabía definir bien aquello que sentía. La única cosa que sabía era que no estaba bien.

No sé si tú ya hablaste de eso en la charla fraterna o en la dirección espiritual. Recuerdo que cuando yo lo hice, la respuesta fue que yo pensaba mucho en mí, que centraba en mí, que no era humilde ni vivía la humildad - en resumen, que era una orgullosa y una egoísta. Debería dedicarme a la lista de S. José y a la Intención Especial -hacer proselitismo, mucha mortificación, mucho abandono de mí misma, jaculatorias permanentes, presencia de Dios, y sobre todo, rezar a nuestro Padre.... (no sé si aún existe la Intención Especial. Durante el tiempo que fui del Opus Dei, la Intención Especial fue una constante a la par con las diferentes Intenciones Mensuales. En realidad, nadie sabía lo que era la Intención Especial, pero todas las personas de Casa tenían que mortificarse y rezar por ella en primer lugar. Pienso yo que se trataba del paso del Opus Dei al estatuto de Prelatura -conseguido pocos meses después de yo haber salido de la obra).

Continúo. Luché para no ser ni orgullosa ni egoísta - mis propósitos eran no pensar en mí, dedicarme a los otros, aniquilarme en nombre de Dios. Aumenté las mortificaciones corporales y fui escrupulosa en el cumplimiento del plan de vida. Pero fue terrible porque, sin saberlo, estaba luchando contra mí misma!. Aún así, llena de dudas, continué haciendo lo que el Opus Dei me decía que hiciera!!. Y organicé cursos... Y organicé charlas... y fui preceptora de mucha buena gente.... Todo esto en una localidad donde no había un Centro...ellas (las numerarias) venían de la capital, con mucho sacríficio! y yo hacía de todo para que fueran bien recibidas!

Pero, continuaba no siendo feliz. Tal como tú, Amy, dije: sólo quiero ser una persona normal, "una vulgar pecadora". Y añadí: "creo que no tengo vocación..." La respuesta fue laminar: "La vocación no se toca". Una vez más me callaron y continué en esta lucha aparentemente perdida! Cumplimiento del plan de vida proselitismo....

El drama mayor vino después. Sucedió en la oración de la tarde (30 min) - vi a Dios de un lado y al Opus Dei del otro!!!!!!!!!! - tengo que decir que me quedé perpleja! Esta disociación echaba abajo todo aquello que yo me había construido y enque había crecido... Me enfadé con Dios por hacerme ver esta disociación!! Pero era patente! El Opus Dei y las cosas asociadas (amor y adoración exasperadas a Nuestro Padre o al Padre -entonces, D. Álvaro del Portillo) no tenían nada que ver con... una cosa muy simple... ¡amar a Dios!

Fue la partir de ese momento que yo tuve la certeza de que quería irme de Casa. A partir de aquí las relaciones entre yo y con quienes hacía la charla y la dirección espiritual pasaron a ser... más hostiles. Ellos (ellas) acabaron por percibir que me habían perdido, por más que hicieran.

Debo decirte, Ami, que en este proceso fui siendo atendida por personas cada vez más importantes dentro de la jerarquía del Opus Dei. Mientras más iba afirmando yo mi salida, más importantes eran las personas que me atendían!

Te digo todo esto para percibas que, a partir del momento en que tienes dudas, harán de todo para retenerte. Y vas tener que lidiar con ello! Y sobre todo, tienes que saber lo que quieres. Dices que tienes compromisos -tus hijos están en un colegio del Opus Dei, tú eres la directora de un centro educativo... Mira Ami, ¿y eso qué te importa? Ami, te lo digo con toda sinceridad y contra todo lo que el Opus Dei te podrá decir. Piensa en TI y en lo que tú quieres para ti. Eso no es falta de humildad, ni orgullo, ni soberbia. Los hijos, el marido, el país y todo lo demás, no importa. Sólo tú sabes lo que quieres para ti y para tu vida.

Un abrazo lleno de fuerza,
Tibete







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