¡Qué pena!. Para Adel.- Kaiser
Fecha Friday, 24 September 2004
Tema 900. Sin clasificar


¡Qué pena!

Adel:

Dices: "Solamente quería probar hasta qué punto os dedicáis a hablar, a criticar y a maldecir, pero no movéis un dedo. Si yo pensara como vosotros y me hubiera creído el mail que envié, me habría faltado tiempo para ofrecerme a pagarle un billete o lo que hiciera falta, incluso a hacer una colecta entre todos los de la Web. No para dar dinero, que trae los problemas que trae y podría ser un timo, sino para pagarle el billete o algo así. ¡Eso sí que sería cristiano y humano! Pero ya veo que no, que a vosotros os va el hablar y el calumniar, pero sacrificarse para ayudar, nada de nada...."

¿De dónde sacas que has probado lo que dices? ¿Te recuerdo mi mensaje? Ciertamente que en esta página no puede aspirarse a mucho más que a contrarrestar una de las características negativas de Casa: el secretismo, el control de la información y la manipulación. Pretender otra cosa, teniendo en cuenta que en el mundo hay elementos como tú que contaminan todo lo que tocan, es poco menos que utópico.

He de decirte que he llegado a pensar en algo parecido a lo que ha ocurrido. Porque algo me decía que estaba retornando a un mundo que demasiadas veces se me ha revelado esencialmente falso. Me he visto llegando donde quiera que fuera, topándome con un numerario falso y un grupo de energúmenos escarneciéndome a la puerta de un falso colegio mayor. Contaba con ello. Y no me habría importado, no sería lo peor que le ha sucedido a tanta gente que calla.

Volviendo a la cuestión, te diré que me da mucha pena que haya gente tan tarada que se permita hacer bromas sobre asunto tan sensible para cualquiera en general como es el de un padre agonizante y para cualquiera de nosotros en particular como lo es la salida.

Recapacita. Tu historia bufa no nos ha hecho mella. Lee la de Amapola, por ejemplo, y verás qué ridículo estás frente a quien -como ella- te ha servido, lavado la ropa sucia... y recibe tu escupitajo en la cara como una de tantas cosas que se pueden esperar de la gente como tú.

No acostumbro a negar el saludo, pero me desagrada desperdiciarlo con quien no es auténtico.

Estás a tiempo de ser digno de recibirlo. ESTO VIR.

Kaiser.







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