De sorpresa en sorpresa.- José Antonio
Fecha Friday, 24 September 2004
Tema 900. Sin clasificar


De sorpresa en sorpresa.


*** La primera sorpresa la de ADEL, que nos engañó...

Este pobre hombre nos engañó con una puesta en escena propia de un buen estafador...

Pues que le aproveche...

Para mí valió la pena intentar ayudar con mi experiencia y mi consejo a quien parecía una buena persona...

¿Qué nos engañó?... Pues, pobrecillo, en el pecado lleva la penitencia...

No obstante, creo que ha conseguido un efecto distinto al que pretendía. Él ha quedado fatal y es muy probable que más de un joven de más de un Centro de Estudios, que se encuentre en una situación similar a la que él describió, haya visto alguna luz en las respuestas que hemos dado a su petición de ayuda.

Por cierto, ¿dónde aprendería Adel a engañar a la gente apelando a sus buenos sentimientos?... ¿sería en el opus?...

***La segunda sorpresa, la de Tomás López -rebautizado Pentium, aunque le pegaría más “Pentapolín el del arremangado brazo”- que pretende reconducir lo irreconducible, con unas disculpas que me parecen más falsas que el beso de Judas y grotescas a más no poder... ¿Cómo puede uno disculparse con actitud altiva y con reproches al prójimo al que se insultó?... ¡Qué cosas se ven!...

¡Orejas, apiadaos de nosotros, por Dios Santo!... Que con los dos primeros correos que mandó éste López ya dejó bien claras sus intenciones, aunque ahora diga que no fueron las que fueron... ¿A quién cree que va a engañar?... No se conformó con un primer correo insultante, sino que tuvo la “delicadeza” de mandar otro reafirmando el anterior, a pesar de que el bueno de José Carlos intentó contenerlo... ¡qué ingenuo eres José Carlos!... Ya ves las “perlas” que produce el fanatismo de la opus.

Ahora se nos disculpa con una “media disculpa” que no se la cree ni él y lamentándose de que nosotros no nos hayamos disculpado con él... ¡Qué peligro tiene el niño!... ¡Dios nos dé paciencia!...

En mi opinión no debería dejársele intervenir en ésta web mientras no formule una disculpa que al menos “parezca sincera”, y que sea “total”, retractándose expresamente de todo lo que dijo en sus dos primeros correos y de la media disculpa que nos ofrece en el tercero.

No se trata de que se eche cieno encima (como dice él), pues ya se lo echó a capazos con los dos primeros correos que nos mandó. Se trata de que se humille de verdad, de que pida perdón de verdad...de que acepte que nos insultó con toda su intención... y nos diga sinceramente que se arrepiente de ello... Esto es una disculpa como Dios manda y lo demás son “paripés” (cumploymiento) que impiden la comunicación porque siembran la sospecha del engaño, de la estratagema, de la falta de sinceridad... y de la falta de humildad...

***Y la tercera sorpresa, la de Dany, realizando algunas afirmaciones que no puedo aceptar de ninguna manera:

1ª/ No nos consta “a todos” lo que tu dices de porqué sigue existiendo el opus... A mí, desde luego, no me consta que sea por el mucho rezar... y me apuesto lo que quieras a que hay muchos en ésta web que tampoco les consta... Más bien habría que buscar razones de otro tipo, que sería largo de analizar, aunque algo de ese tema se ha tratado en los correos de hace algunos meses.

2ª/ Dices un disparate cuando afirmas que atacar al opus es atacar a Dios.

A Dios lo ataca el opus cuando engaña... ¡No confundas los términos!... Las víctimas del opus no atacamos a Dios por más que “nuestras denuncias” puedan entenderse como “ataques al opus”...

3ª/ Dices otro disparate cuando afirmas que “...si no quiero ser santo, no puedo salvarme...”

Aparte de que eso no es cierto, debes saber que hasta la doctrina oficial del opus dice que quien no tenga deseos de ser santo... puede ser “cooperador” (del opus, claro)... y salvarse...

4ª/ Dices que “...hay miembros del opus dei que nos tratan bien...”... ¡Será a los que habéis quedado como cooperadores o simpatizantes!... Yo conozco muchos casos que no suscribirían tu afirmación.

PD: Paz a los que no se dedican a engañar a la gente, a los que saben disculparse con humildad, a los que saben reconocer los errores... y a todos los que nos leen, incluidos los del opus.

José Antonio.







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