Lucha por ella. Para Rocío.- Amapola
Fecha Tuesday, 21 September 2004
Tema 077. Numerarias auxiliares


Estimada Rocío:

He leído tu petición de ayuda y, como yo fui numeraria auxiliar durante cuatro años y, por lo que cuentas, tal vez tu hija esté siendo orientada para que también lo sea, he decidido escribirte con la intención de contarte lo que sé sobre la forma en que actúan las personas del Opus.

Quiero aclararte que yo hace muchos años que estoy fuera y que (me han contado), ahora las cosas allí han cambiado algo: las chicas (numerarias auxiliares), ya no tienen que llamar de usted a las (solo numerarias), las que tienen carrera.

También he sabido que ahora las mujeres pueden llevar pantalones (hace unos años estaba totalmente prohibido), y que incluso pueden fumar. Pero pienso que, esta permisividad, es solo un artimaña más para hacer más atractivo el cebo de su anzuelo.

Te diré que los estudios que ha elegido tu hija, la "carrera" de Hostelería, son precisamente el medio que tienen para preparar a conciencia a sus posibles criadas, y, (lamento decirte ésto) si ven que es una buena chica, si la ven dócil y dispuesta a obedecer, harán todo lo que esté en sus manos para que no se les escape de sus redes.

Lo que cuentas de la tertulia de una hora, es exactamente lo que piensas: un medio para ir haciéndose con su voluntad. Tu hija verá allí que todas las personas del Opus están alegres y dicharacheras, que son muy felices, que no hay en el mundo entero alguien más dichoso que ellas. ¿Cómo si no iban a atraer a chicas jóvenes que están en los mejores años de sus vidas?

Las mortificaciones vendrán después. Ahora, ni por asomo le hablarán del cilicio, de las disciplinas, o las duchas de agua helada en invierno. De eso se enterará cuando ya haya firmado la carta pidiendo ser miembro del Opus Dei.

Siento no darte buenas noticias, pero sé que su obligación es conseguir tres vocaciones (como mínimo), al año, y por lo tanto van a estar constantemente en guardia hasta lograr que tu hija pite (pitar significa: hacerse del Opus).

Lo que temes sobre que no te está contando todo, ten por seguro que será así. Poco a poco la distanciarán más de su familia real para que pase a formar parte enteramente de su otra familia: la de la Obra de Dios.

Ahora, después de lo que te he contado, piensa una forma atractiva de pedirle a tu hija que regrese a tu casa y, ya que ellos ponen toda la carne en el asador para conquistarla, no te quedes a la zaga, inventa lo que sea, y consigue que vuelva a tu lado. Pero, SOBRE TODO, NO LE HABLES DE TUS TEMORES O DE LO MAL QUE LO PODRÍA PASAR SI SE HACE DE LA OBRA, pues eso serviría para que ellos le argumentaran todo lo contrario a lo que tú le digas y, ten por seguro que la convencerían, ése es su trabajo, y todo lo que hacen han de hacerlo lo más brillantemente posible. No se me ocurre qué podría atraerla hasta vosotros..., quizás un acontecimiento familiar... No sé Rocío, eso lo sabrás tú mejor que yo.

Si no encuentras nada atractivo que la pueda convencer de su regreso, cuéntale que habéis decidido hacer un viaje de placer a España y preséntate con tu esposo en Valencia. Una vez aquí, llévatela a comer a algún restaurante y, sin la presencia de las numerarias, exponle lo que sabes e intenta convencerla para que os acompañe a vuestro país.

No sé que más aconsejarte. Seguro que tú vas a encontrar alguna idea que te pueda servir. No obstante, piénsala con calma y pon en ella todo tu empeño. Lucha por ella, si las del Opus tienen una espada de dos metros, consíguete una de cuatro, no dejes que ganen la batalla.

Ánimo.

Un fuerte abrazo de Amapola







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