Me asusta leerte. Para Tomás López.- J.M.
Fecha Friday, 17 September 2004
Tema 900. Sin clasificar


Para Tomás: me asusta leerte.

Digo que me asusta leerte, no que me asustes tú. Ojalá quien escribe de esa manera descarnada, cruel hasta el esperpento, fuera "la pluma de Tomás López", no el propio "Tomás López". Algo así como ese ejercicio de Apostolado de la Opinión Pública que a veces se fomentaba de escribir a la sección de Cartas al Director de los periódicos. Y si a veces había que ser un poco bronco pues ¡hale!

Tomás, yo te digo, con toda la solemnidad de que soy capaz desde estas líneas, que te equivocas. Estoy seguro de que la Obra no quiere ser defendida de esta manera. No a esa costa. Tu "¡Ja, ja, ja!" tiene más sonoridad de lo que piensas. Tu mofa es una daga que se clava en el corazón de los que sufren. Y hay muchos que sufren, de verdad. Yo no fui uno de ellos, me pasa como a ti, fíjate. Una salida sin traumas y el convencimiento de que la componente sobrenatural de la Obra sigue ahí, sin cuestionarse, igual que nadie se cuestiona lo sobrenatural de la vocación jesuita o pasionista. A los que sufren me los fui encontrando por el camino, primero con ademán incrédulo (sólo que a mí la incredulidad no me insufló complejo de apisonadora, macho ...). Luego, por fuerza, con comprensión y humanidad, porque los tenía al lado, porque yo no podía mirar de hito en hito un sueño roto, una vida destrozada, un señor al que le habían enseñado la puerta sin mayor explicación y decirle: "no es la Obra. Eres tú."

Sin embargo ¿tenemos que confiar en tu posible bondad primigenia a ultranza?

Atticus: si tus suposiciones son ciertas, resulta que Tomás López P. es una persona de gran corazón. Vale. Ahora es cuando me paro y cojo (perdón amigos de la Argentina: "tomo") aire. Atticus, compañero y amigo. Junto a tu aseveración, ¿podrías aventurar qué enajenación mental transitoria, galopante ha atenazado a este "hombre bueno", no en uno, sino en dos mensajes? Éste si que ha querido "que baje fuego del cielo y los consuma"... Mira, tú sí debes ser una persona tan buena como aquel otro Atticus. Yo en cambio no me lo trago. Yo recuerdo media docenita de casos de aquellos de "este hermano nuestro tiene un corazón de oro. Lo que pasa es que está envuelto en papel de lija". Y al fulano, más que encomendarlo había que esperarlo con la muleta bien enristrada a la salida de toriles. Luego he conocido buenas personas (repito BUENAS PERSONAS) a las cuales nadie hubiera conocido como tales si hubieran tenido un caracter agrio.

Tomás, sólo una consideración más, por si quieres reflexionar sobre ella: ¿Te pareció estupenda la contestación de José Carlos? da la impresión cabal de que te leíste cinco líneas y exactamente veintiséis letras de la sexta (sin contar los espacios en blanco). Opino que José Carlos y tú tenéis el mismo "paralelismo" que un huevo y una castaña. Sí que estáis en extremos opuestos del mundo, sí. Él, que en esta web tiene fama de pesadín, ortodoxo y "aristotélicotomista" (Josecar, me permites esta guasa ¿verdad? Jo, qué confianzas me tomo con un correo privado y poco más ...), está en el hemisferio de la elegancia, de las buenas maneras, no siempre correspondidas, de la buena educación, del uso intachable del derecho a expresarse con libertad... Tú estás en el hemisferio de la crueldad, en el de la insensibilidad, en el del pisoteo de los sentimientos ... Y sigo sin personalizar: a lo mejor eres el tío más cojonudo de cuantos se asoman al Internet para poner de vuelta y media al prójimo.

Orejas: dijísteis que se filtrarían aquellos mensajes que insultasen de manera gratuita y llamasen mentiroso al personal sin más prueba que la afirmación vociferante. Yo aplaudo ese criterio. Entiendo que publiquéis por alusiones este correo lleno de hiel de Tomás, pero, ¿qué pinta el de Antonio Jesús Mellado Rosique, en la misma línea?

Para todos un saludo de:

Un J.M. un poco harto





del oreja: Es cierto que dijimos que no íbamos a publicar correos con insultos pero es que cuando llega un correo como al que te refieres en tu último párrafo, donde se ve la simpleza de los argumentos (que no existen), lo que queda de manifiesto es el adoctrinamiento recibido, la carencia de objeciones personales e individuales, el repetir lo mismo como un disco rayado en consonancia con el ejemplo de pobre borrico de noria. Y no le hacen ningún favor al opusdei porque el talante que impregna el opusdei queda reflejado en esos correos. Si llegan correos de verdad impublicables, no se publicarán, como ha pasado algunas veces, tanto a favor de la obra como críticos.



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