Carta abierta a Tomás López.- Atticus
Fecha Wednesday, 15 September 2004
Tema 140. Sobre esta web


Carta abierta a Tomás López

Querido Tomás:

Me alegra que te vayan bien las cosas. Por lo que nos cuentas, tu mujer y tú estáis esperando a vuestro segundo hijo. Ya verás cómo no es lo mismo uno que dos. Ni de broma.Te lo digo por experiencia.

El oreja Pablo decía el otro día que no te identificas dando sólo tu primer apellido. No te identificas para uno de Madrid, pero yo he sabido enseguida quién eras. También me ha ayudado la referencia a que te hacían recibir charlas en determinado idioma. Eso ha sido esencial para identificarte.

Me alegra de corazón, y lo repito a propósito, que las cosas te vayan bien. Te aprecio desde hace muchos años. Eres un hombre de gran corazón, a quien siempre he considerado una persona sensible. Nunca entendí por qué te hicieron pitar de numerario. Pero eso es lo que has sido durante 18 años de tu vida. ¡Cómo has debido sufrir!

He conocido muchos directores, en la Obra, a los que no les tamblaba la mano al tomar decisiones dolorosas. Lo que tiene que hacer, se hace. Sin compasión, sin miramientos. Como te conozco, estoy convencido de que tú nunca has obrado así. Y aunque no me lo has contado, estoy convencido de que el motivo de tu salida de la Obra está en alguna discrepancia entre tu conciencia y las órdenes que te dieron los "superiores". Algo de ello se trasluce de tu correo. No me voy a pitorrear de que dices que el problema es que siempre quisiste hacer la voluntad de Dios, porque entiendo lo que quieres decir. Veo en este modo velado de hablar que, en un momento determinado, tu conciencia y las órdenes superiores fueron contradictorias, y no te quedó más remedio que marcharte. Eso dice mucho de ti.

Ahora, una vez fuera, has tomado la decisión de defender la obra. Es una opción muy loable, y muy propia de tu forma de ser. Pero no es la única, ni necesariamente la mejor. Es más, no tiene por qué ser esa decisión la que adoptes para el resto de tu vida.

Puede que te pase como a mí: durante algunos años (ya hace trece que dejé la obra), yo tuve tu misma actitud. Pero la forma como me trataron mis antiguos hermanos, una vez fuera, me hizo darme cuenta de la falta de humanidad institucional de la obra. No te voy a contar mi caso: en la página puedes encontrar un montón.

Tomás: la página es buena. Es terapéutica. Tiene muchos usos, dependiendo de los estados de cada uno, pero sirve de verdad a los que la visitan.

Para algunas personas, funciona como una especie de terapia de grupo. Son antiguos hermanos tuyos que se fueron, por el motivo que sea, y están, temporalmente, algo confundidos. Un poco colgados. Desplazados. Necesitan que alguien les escuche, y no sólo eso. Que les entienda. Estarás de acuerdo conmigo en que lo que pasa en la obra es bastante singular, como para irlo contando a personas que nunca han tenido contacto con el opus. Hay personas que se casan con mujeres que no han conocido la obra, como Satur, y que, por mucha voluntad que pongan, no pueden entender cosas tan raras.

Para otros, es un modo de recordar cosas que pasaron, que uno recuerda con un poco de cariño y otro poco de añoranza. No morriña de ser de la obra, sino de ser joven. La obra está compuesta, cada vez más, de gente joven que está de paso. Se va convirtiendo, lo digo con cariño, en una especie de mili espiritual, que algunos hicimos con la mejor de nuestras intenciones, cuando éramos todavía inocentes. Y ya sabes que la mili es el rollo preferido de los chicos.

Otros visitantes de la página son miembros que todavía lo son, pero quieren dejar de serlo, y buscan ayuda. Y algunos orejas se la dan, incluso les apoyan en reclamaciones justas que los santos directores han propiciado con las santas normas de la santa institución, como no dar de alta a las numerarias auxiliares en la Seguridad Social. ¿No conoces ningún caso, de hace más de un año, Tomás? Digo de hace más de un año, porque ya sé que ahora sí que se dan de alta. Pero, ¿y antes?

Y luego hay otras personas, como tú, que quieren hacer una confesión pública de que están en "buen plan", de que "se fueron como amigos". Eso le pasa a José Carlos. Y eso te pasa a ti. Y me parece bien. Uno tiene que sentirse bien consigo mismo, y si tú lo consigues adoptando esa actitud, miel sobre hojuelas.

¿Has visto cuántas utilidades de la página? Si parece el linimento Sloan.

Y si a alguien le puede perjudicar, pues que no entre. A nadie se le obliga, creo yo.

Bromas aparte: Tomás, espero que sigas apareciendo por aquí. Pero con sentido del humor, y un poco de compasión. Piensa que todos los bellacos que escriben aquí, han sufrido, y fueron hermanos tuyos. A lo mejor a algunos les llevaste tú la charla. Quizá puedas dar ahora, en la página, el cariño concreto, y hacer las amistades particulares que no te permitieron en la obra.

Un abrazo.

Atticus.

P.D. Tomás, parto de la base de que eres Tomás López P...a, de Barcelona. Si no es así, perdona las familiaridades.







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