Aviso para el Vaticano.- Eilad
Fecha Monday, 26 February 2024
Tema 110. Aspectos jurídicos


No sé si alguien del Vaticano lee esta web alguna vez. Pero esto es un aviso por si lo que digo aquí pueda tener algún interés. Intentaré ser breve.

En octubre de 2011 el entonces prelado del opus publicó una carta sorprendente. Cualquiera que, habiendo pasado años en la organización, la lea se extrañará de varias de sus afirmaciones. La única explicación razonable de esa carta es que no era una carta dirigida a los miembros de la obra sino dirigida a los que mandan sobre la obra: es decir, al Vaticano. Ahora solo quiero referirme a una de las afirmaciones de esa carta:

«En la Obra, la separación entre el ejercicio de la jurisdicción y la dirección espiritual se asegura en la práctica, entre otras cosas, por el hecho de que precisamente quienes reciben charlas de dirección espiritual –los Directores locales y algunos otros fieles especialmente preparados, y los sacerdotes al celebrar el sacramento de la Penitencia– no tienen ninguna potestad de gobierno sobre las personas que atienden. El Régimen local, en lo que comporta de capacidad de gobierno, no se refiere a las personas, sino sólo a la organización de los Centros y de las actividades apostólicas; la función de los Directores locales, en lo que se refiere a sus hermanos, es de consejo fraterno. No coinciden en un mismo sujeto, por lo tanto, las funciones de jurisdicción y de ayuda espiritual. En la Prelatura, la única base de la autoridad de gobierno sobre las personas es la jurisdicción, que reside sólo en el Prelado y en sus Vicarios.»

Esta frase afirma que los directores locales no "mandan". Esto está en contradicción directa con la experiencia de todos los de la obra. Para los que no conozcan la obra pero sepan algo del ejército sería como si dijera que un sargento no manda porque solo se dedica a instruir y a acompañar amigablemente a los soldados pues, al no ser oficial del ejército, solo tiene esa función. Es verdad que el sargento no es oficial, pero el sargento es el que realmente manda más sobre los soldados porque está en contacto directo con ellos, informa a los oficiales, ejecuta las órdenes que recibe de éstos y puede decidir (mandando) sobre un montón de cosas aparentemente menores pero que afectan mucho a la vida de los soldados.

Lo que quiero decir en esta nota es no solo que esa afirmación no corresponde a la verdad, sino que la carta del actual prelado, en una frase de la carta de 9 de enero de 2018 que repite literalmente en la carta de febrero de 2024, la desmiente. Aquí va la frase:

«mandar con respeto a las almas es, en primer lugar, respetar delicadamente la interioridad de las conciencias, sin confundir el gobierno y el acompañamiento espiritual. En segundo lugar, ese respeto lleva a distinguir los mandatos de lo que son solo oportunas exhortaciones, consejos o sugerencias. Y, en tercer lugar –y no, por eso, menos importante–, es gobernar con tal confianza en los demás, que se cuente siempre, en la medida de lo posible, con el parecer de las personas interesadas.»

Si "los que mandan con respeto a las almas" tienen la posibilidad de "confundir" el gobierno con la dirección espiritual y deben "distinguir" los mandatos de los consejos y sugerencias se debe a que es el mismo sujeto (sea una persona, consejo local o lo que sea) el que ejerce a la vez las dos actividades. Además, la apostilla "en la medida de lo posible" indica que lo que prevalece al final es lo que diga el director.

La Iglesia, en el canon 630, dice que cualquiera que "manda" sobre una persona no debe ser obligatoriamente el que la acompaña espiritualmente. Y además estas diferentes personas no hablan para nada de estos temas entre sí. Si el opus "obedeciera" a la Iglesia separando esas dos actividades de modo que no las ejerza la misma persona, no sería ni posible "confundir" ni necesario "distinguir" entre esos dos aspectos. Por esa afirmación de la carta de 2018, y de la de 2024 –que paradójicamente habla sobre la obediencia-–, parece que el opus sigue sin "obedecer" a la Iglesia. Es decir, siguen sin tomarse en serio separar de una vez el gobierno (mandar) de la dirección (ahora lo llaman acompañamiento) espiritual. Si en una carta dedicada a la obediencia se muestra de modo tan claro una desobediencia a la Iglesia, difícilmente pueden pedir obediencia a sus miembros. Como todos sabemos, fray ejemplo es el mejor predicador.

Eilad









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