Dar la cara.- Greenleaf
Fecha Friday, 09 February 2024
Tema 040. Después de marcharse


Quiero agradecer a CRNUMEROBAJO por las palabras que me dirigió en su entrada del 7 de febrero Homenaje a Opuslibros, las Ágoras y sus personas. Amigo, me motivaste a escribir. Anteriormente publiqué dos entradas bajo el pseudónimo de Greenleaf – (hoja verde), no porque fume cannabis ni porque beba té, sino porque a los nativos de mi ciudad nos apodan “panzas verdes” desde el siglo XVIII, y ese apelativo definitivamente que me delataría. Una amiga actriz me invitó a un coloquio que dirigió Ángel Valdés, a quien luego le escribí y me puso en contacto con Alicia Barillas, a quien agradezco haberme escuchado largamente. Me animé a una tertulia que no se grabó, en la que además de Ángel y Alicia estuvieron Male, Mediterráneo, Johannes y Carlos (¡gracias a cada uno por haberse tomado el tiempo para conocerme!).

Los temas de Ágora Coloquios me han llamado mucho la atención porque podía identificarme con ellos, y me ayudaron a entender mi propia experiencia dentro de la institución. Muchas gracias a Grace, Gianfranco, Marina, Patty, Guillermina, Lulu… su trabajo es sanador. Definitivamente que después del período silencioso de discernimiento he necesitado hablar mucho. Hay muchas cosas que solo las entendemos quienes compartimos esa experiencia.

Por el momento, quiero compartir que llevo 4 años de terapia, la cual me ha ayudado a conocerme, comprenderme, discernir lo que debo hacer. Tuve muchos miedos, muchos. Parte de la terapia fue responderle a los miedos desde la lectura del presente. Tenía miedo a la soledad, al vacío, a la condenación… pero me percaté de que la iglesia sigue siendo mi madre y, aunque me siento vulnerable, me siento como una hija amada de Dios porque tengo su misericordia. Tengo en la iglesia los medios de salvación, los sacramentos, y a mi modo, en esta nueva etapa de mi vida, tengo un nuevo sentido. 

Y, volviendo al inicio, me impactó ver que CRNUMERARIOBAJO me mencionara por mi nombre, y me alegró mucho. Me animé a dar cara y nombre porque me siento bien, porque estoy bien, porque detrás de la puerta de salida encontré a mis hermanos, sobrinos, tías y primos, (mi madre ya está en la presencia de Dios), a mis amigas de la adolescencia, a otras muchas amigas y amigos, incluso algunas in. Encontré libertad y plenitud. Quise compartir esto para dar esperanza.

¡Un abrazo!

Nancy Ruiz Lee









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