Trabajador del Opus Dei: pasa de tonterías, sé feliz.- Misita
Fecha Monday, 22 January 2024
Tema 020. Irse de la Obra



Trabajador del Opus Dei: pasa de tonterías, sé feliz

Misita, 22/01/2024

 

Como es muy, muy querida y allegada me lo cuenta:

Es supernumeraria desde hace mil y su marido también. Son de mediana edad y tienen hijos ya criados. Como trabaja “en” y no tiene ninguna intención de irse, pues está muy a gusto laboralmente y su trabajo le hace feliz, se ve obligada a vivir con doble vida. Pero me lo cuenta con paz, está encantada con su vida y con las decisiones que ha tomado con el Opus Dei...  



Las Normas. Ha entendido que para ser santísima e ir al cielo no hace falta la esclavitud de ese desquiciante plan de vida que nadie en su sano juicio puede hacer. Comprende que las normas son invención de alguien que tenía un concepto raro del trato con Dios; que la Iglesia, que es al fin y al cabo, les guste o no, la que manda en un católico, no dice por ningún sitio que para ser santo haya que rezar tanto y que pobre del alma que no lo haga. Ve que las numerarias de su trabajo rezan mucho pero no hacen nada, absolutamente nada, por los demás. Ahora, en rezos nadie las gana. Son las campeonas del rezo. Las ve cumplir todas las normas, sin restar minutos ni segundos: la oración antes de la misa, la misa, el rato de después, la visita después de comer, el rosario por ahí, la oración de la tarde, los días especiales, las novenas, los días no especiales. Las ve con ganas de hacer apostolado, “su apostolado”, que es la captación de almas para Opus Dei pero no para la Iglesia.

Y ve también cómo esas almas- pobres pecadoras- las evitan como a la peste. Mi amiga las mira con un poco de pena pues con el tiempo ha entendido que la mitad o más de las manías del Opus Dei son tonterías que ni suman ni restan santidad, en todo caso la incordian bastante y hacen que las relaciones con el Señor sean tensas, temerosas y nunca, pero nunca, alcancen su plenitud, pues siempre se falla en algo. El día se pasa en un continuo decepcionarle, porque Él te ha esperado en cada norma y tú le has fallado. El Señor está triste contigo (el discurso ha cambiado con el tiempo, ya no está enfadado, ahora está decepcionado) te esperaba en la oración y tú no has ido, o en el rosario y lo has recitado distraídamente. Vamos, que en el Cielo nunca están contentos contigo. Efectivamente, en el examen de la noche, la lista de fallos es inmensa. Esto en cuanto a las numerarias.

Las supernumerarias son otra cosa, para una que se lo toma en serio y lo hace todo todito el resto va más relajado, llega tarde a las misas, rezan menos, bastante menos, el rosario se hace como se puede, tarde y mal. Son esposas y madres trabajadoras que no pueden perder tiempo en escrúpulos sin sentido. Incluso las hay que directamente no hacen ninguna norma, pero su fe mueve montañas y aman a los demás. Mi amiga es una de ellas, va a misa diaria si puede y quiere, reza el rosario, reza algo, la lectura es escasa, la confesión ha dejado de ser semana, ahora es bisemanal o mensual. ¿Por qué? Mira, me cansé de ir semanalmente a confesarme de lo mismo, de cosas que ni siquiera eran pecado, de tonterías y escrúpulos que en vez de sanar el alma la dañan: no he hecho la oración, no he rezado las preces, en fin, tonterías. Eso no es pecado, de eso no hay que confesarse ¿dónde está dicho esto? Ahora me confieso con el cura de mi parroquia mensualmente y le digo las cosas que son pecado de verdad.

Trabajo: Le encanta su trabajo, el ambiente es bueno, respetuoso, se trabaja a gusto. Hombre, siempre hay gente con un carácter más así, pero en general no hay maldad y la plebe es buena gente. La dirección algo más torcida, con más doblez y más espabilada que la plebe. Las supernumerarias de dirección, por favor, no nos engañemos, están ahí por el sueldo, que es golosito. Su plan de vida es, como el de mi amiga, más falso que Judas, pero saben hacer las cosas bien, se mimetizan con el ambiente y saben estar con el sistema: ¿Que viene de visita el padre? pues yo también me pongo histérica con los preparativos; ¿Que nos visita el vicario? Ese día me visto mejor, ya han avisado, y saludo con mi mejor sonrisa, aunque este señor me importe un pimiento; ¿Que es mayo? pues hala, a la Romería. En general todo el mundo sabe lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer jamás: por ejemplo, jamás hay que dejar el Opus Dei si eres trabajador allí, eso es un suicidio. Mejor estás y haces lo que te da la gana discretamente, esto se admite perfectamente. El caso es que no des escándalo. Y esto es lo que hace mi amiga, y no sólo ella, en su trabajo. Sabe que si es sincera y dice que “oye, mira es que yo no puedo seguir porque no puedo con tanta norma diaria, yo quiero al Señor con locura, pero no puedo con tanta exigencia”. Como diga eso…. uyuyuy, a la calle. Finiquito y fin.

Lo de la sinceridad salvaje de gente que ha sido consecuente (y para qué nos vamos a engañar, de gente más valiente y coherente) ha visto en todos estos años que es mentira. Mas de un despido ha visto de gente salvajemente sincera. Así que nada, doble vida y alegría. Familia: cuando los hijos iban creciendo veían que mamá pues no rezaba tanto como papá. Con el tiempo lo entendieron; “mira, hijo, es que yo me iría pero si lo dejo me quedo sin trabajo, así que hago lo que me da la gana y, oye, tan feliz”.

Mano de santo, los hijos lo entendieron perfectamente y asumen que el sistema es así. Ellos ni lo rondan, claro, prefieren otras cosas y otros movimientos parroquiales, más humanos y menos exquisitos. El marido, que la adora, ve que su mujer es así de fresca y ya ha aceptado que va a lo suyo. También sabe que se juegan el pan. En la charla se inventa todo: me cuesta esto, pero me esfuerzo, me distraigo aquí pero intento rectificar. Vale, no te preocupes, como examen particular vas a tener una jaculatoria diaria que diga Señor, te quiero. Vale, genial, me lo apunto.

Y así hasta la siguiente. NO sabe cómo librarse de la chorrada de la charla, qué se le va a hacer, pero lo ventila en ya y hala. El retiro y la convi son cada vez más lights y hace lo que le da la gana también ¡benditísimo internet! Esto ha pretendido ser una respuesta y una advertencia a un correo de un super que trabaja en y quiere largarse del Opus Dei. No lo dudes, no vacilarán ni un segundo: si te vas te echan en ya. Ahora depende de tu necesidad económica y personal.

Yo te aconsejo que te relajes, lleves una doble vida y verás que maravillosa será. Déjales con sus manías, sus tristezas, sus miedos, pobrecitos, y disfruta. Quiere mucho al Señor, habla con Él tranquilamente, no hagas daño a nadie… Y sé feliz.

Misita







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