Hola Saturia. Si no fuera porque me llamo de otra forma se podría decir que yo he escrito lo que has enviado. También tengo ejemplos para todo. Por recordar algunos.

En el centro de estudios, para hacer la oblación se hacían votos. O sea votos de pobreza, castidad y obediencia. Pero es que no éramos religiosos/ religiosas en mi caso. Y me explican lo siguiente. Tú haces los votos durante la misa, pero después si alguien te pregunta si en el opus deis hacemos votos, les dices que no, porque solo nos interesan las virtudes. ¿Esto como se llama? ¿Coherencia a tope? ¿Decir siempre la verdad aunque la verdad te acarree la muerte? Y luego salvajemente sinceras, pero quién, ¿yo o las directoras? Porque como ellas representan a Dios, a nuestro padre y al sursum corda, siempre tienen razón o sea que mentir está bien cuando te lo mandan. Es terriblemente incoherente y vives así en una mentira permanente desde el centro de estudios, en mi caso, 16 AÑOS. Dieciséis añitos, en plena adolescencia. Y con cilicio, disciplinas, medias hasta en verano, bañador con faldita por delante. 16 AÑOS. Adiós navidades con mis padres, cumpleaños, veranos, amigas. La imposición del amor. ¿Es que el amor se puede imponer a los 16 años? Si no has salido del cascarón. Por el amor de Dios, si a los 16 años acabas de dejar las infantilidades de la niñez y todavía no eres consciente de que ya eres una mujer.

Pues así fue. Aguanté muchísimo, muchísimo, muchísimo. Porque la vocación no se toca, salir de la barca es hundirte en el infierno. Y entonces aguantas muchísimo con mucho miedo. Hasta que dije basta y me largué. Y ahora en plena tercera o cuarta edad, VIVO.

Feliz navidad a todos de corazón y a ver si en un futuro llegamos a ver los efectos de los motus propios. Lo dudo muuuuucho.

Saludos.

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