Nuestros mayores dolores.- Un donostiarra
Fecha Friday, 01 December 2023
Tema 078. Supernumerarios_as


Buenos días a todos,

Me presento, soy un supernumerario de Donosti (España) desde 1992 y soy miembro del canal Ágora gracias a alguien que me regaló una membresía temporal hace 20 días, aunque hace más de un año que os veo y escucho regularmente.

Hace unos días, mientras escuchaba vuestras intervenciones, vi que se hablaba de supernumerarios y me alegré porque "en todas partes cuecen habas" y también ocurre entre los "amigos de Gabriel".

A raíz de lo que escuché, me he animado a escribiros para hablar de dos dolores muy profundos que hubo en mi matrimonio. Estuve casado 20 años con una supernumeraria (estuve sí, la separación nos llegó, tristemente, como a tantos otros) y no tuvimos hijos. No pudimos tenerlos por un impedimento físico que no tiene tratamiento. Para nosotros esto fue causa de un enorme dolor desde que lo supimos y adoptar o someternos a diferentes vías de concepción no eran opciones para nosotros. Fue un dolor muy especial, muy presente en todo momento en nuestro matrimonio. A diario lo ofrecíamos porque llorábamos mucho por dentro, sobre todo mi mujer. Creo que ella lo sentía mucho más que yo, seguramente de otra manera, más profunda, diría que más ontológica aunque no sé si me expreso bien.

El segundo dolor es cómo nos trataban con frecuencia (demasiada frecuencia) muchas personas de la Obra. Siempre tuvimos la certeza de que éramos como un matrimonio "de segunda" por no haber tenido hijos. No había año en el que, al volver de nuestra convivencia, mi mujer y yo no hablásemos de un trato paternalista o de superioridad durante la misma, por parte de otros supernumerarios/as, que habían hecho comentarios del tipo de "pobrecitos", "qué desgracia tan grande" u otros mucho más desafortunados del tipo "¿y cómo vivís la castidad sabiendo que no podéis concebir?". Esto sólo puede salir de una mente deformada y totalmente alejada de una concepción sana de la afectividad dentro del matrimonio. Oí al "Profe" comentar algo sobre esto y me sentí comprendido después de muchos años.

El segundo dolor es el que nos produjo una chica joven (numeraria y subdirectora de su centro), conocida de mi mujer, que nos encontramos por la calle. Esto ocurrió en 2010 pero atormentó mucho a mi mujer durante años y le hizo sentir injustamente culpable. Durante ese encuentro, la chica nos preguntó cuántos años llevábamos casados y yo respondí que "más de 10". A continuación, preguntó cuántos hijos teníamos y respondió mi mujer "no tenemos". Entonces ella, con expresión escandalizada, le dijo mientras le daba unas palmaditas en el hombro "¡pues hay que ser más generosa!" Yo me quedé con ganas de decirle una barbaridad, pero me contuve.

Mi mujer le respondió algo con cariño y rápidamente nos despedimos de ella. Cuando seguimos nuestro camino, empezó a llorar amargamente, con mucha angustia. Decía en voz baja "¿qué sabrá esta de nuestra vida? ¿qué sabrá de nuestras penas?"

¿Qué había en la cabeza de esa joven numeraria con un cargo de gobierno para decirle eso a una supernumeraria? ¿Qué tipo de "deformación mental" puede asociar el no tener hijos con una falta de generosidad? O, al contrario, ¿quién ha decidido que tener muchos hijos es sinónimo de ser muy generoso dentro del Opus Dei? Para mí es una aberración.

Hasta aquí mi testimonio. Siento la extensión del email pero necesitaba desahogarme con alguien que sé que me entiende cuando hablo del dolor que, este tipo de trato y de comentarios, causan en lo más profundo del alma y del corazón de una persona. ¿Es esto de Cristo?

Gracias Guillermo, Ángel, Grace, Mediterráneo, Alicia, Gianfranco, Marina... por vuestros testimonios. Me ayudan a tener paz en muchas cosas.

Un abrazo.

Un donostiarra









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=28242