Endorfinas.- Zartan
Fecha Monday, 13 November 2023
Tema 070. Costumbres y Praxis


Últimamente hemos tenido una auténtica epidemia de seriedad (para mi un cuarto de hora de seriedad es epidemia y grave). Nos hemos preocupado con la megadenuncia presentada contra la obra por Antonio, Carmencharo et al., nos hemos dolido con los relatos de las 43 y sus consiguientes demandas; se nos ha arrugado el ombligo (al menos el mío) con alguna de las historias escuchadas últimamente… demasiadas cosas serias, yo necesitaba un chute de endorfinas.

Lo mío no es ir preocupado por la vida, eso se lo dejo a todos aquellos que tienen como misión salvar el mundo. Lo mío es más reducido, mucho más, me conformo con intentar poner orden en mi metro cuadrado, mi árbol, la zona de selva que transito, mis amigos y poco más.

Últimamente me dije a mí mismo que podía contar de mis pesadillas que sufrí durante años de las que salía siempre al encontrarme en el cavalcavía que va a la Villa Vecchia visto que algunos preguntaban por cosas similares, antes se me pasó por la mente contaros cómo fue mi salida de la querida institución y si es necesario escribir una carta o no y… entre problemillas de salud que me han quitado tiempo y los quehaceres y saltos mortales que hay que hacer para llegar a final de mes, pues que no he escrito nada. Pero en la congoja que me estaba produciendo tanta noticia seria, tanto pensar maduro, tanta sesuda elaboración, tanto zoom super-erudito, de pronto y a causa de una sorprendente alineación favorable de los astros o de la intervención directa de mi ángel de la guarda que lleva años intentando que yo no pierda la razón, me ha llegado una nota de un colegio de esos que no son (pero lo parecen), que me ha llenado de alborozo, regocijo y tripudio y (como todos sabéis que soy ferozmente generoso e infinitamente humilde) lo voy a compartir con todos. El texto dice así:

Queridos papás:
La presentación personal es un aspecto muy importante de la formación humana. En nuestro proyecto educativo ella se concreta en hábitos de cuidado personal y orden; en el correcto uso del uniforme escolar y en todos aquellos aspectos que constituyen el llamado “tono humano” coherente con nuestro proyecto formativo.
Sabemos que en estas materias los límites pueden ser muy sutiles y hasta subjetivos. Sin embargo, parte de la buena formación es saber estar en los diversos ambientes y adecuarse a las normas sin jugar con dichos límites.
En este sentido, les pedimos la colaboración para mantener el estilo que caracteriza al colegio. Nuestro objetivo es armonizar tanto el orden externo como el interno sin caer en formalismos, pero tampoco en actitudes que hagan perder consistencia a nuestro proyecto formativo.

Agradeciendo el apoyo de siempre se despide cordialmente,
Consejo de Dirección.



Lo primero que hay que tener en cuenta es que mi selva está situada en un país donde esta forma de halar suena mas bien a chino cantonés o a modos de un lenguaje arcaico que solía terminar con un “es gracia que espera recibir de V.I. cuya vida guarde Dios muchos años” y -me contaba mi espía- que las madres que habían recibido semejante morcillica no entendían qué es lo que estaba pidiendo el famoso Conejo de Dirección, una decía que esa es la forma de hablar de los numerarios; la otra que el “tono humano” va entre los 20 Hz y los 20.000 Hz y que un tono normal no debe ser ni muy agudo ni muy grave; otras que el tono coherente con el proyecto formativo se refería al volumen al hablar: no gritar. Al final mi espía y haciendo uso de la autoridad que tiene por el hecho de ser española, aseguró con mas cara que espalda, que la nota lo que pedía es que los alumnos se duchen al menos una vez al año, sea necesario o no, y que usen el uniforme escolar.

Todavía me río al recordar aquello de que éramos iguales a los demás, porque eramos los demás. Perdón, pero si una señora que se está dejando un pastón mensual en llevar sus retoños a un colegio de estos y que, por tanto, se supone que juega a favor te dice que es que esa es la forma de hablar de los numerarios… simplemente es que no los considera los demás. Son ellos, los otros, los distintos, los rarillos. Buenos pero peculiares que llegan a decir que hay que “adecuarse a las normas sin jugar con dichos límites” y no sabes si es que los límites injugables son los cinco minutos de lectura del Evangelio o hace referencia a alguna otra norma. De verdad no hay quien se aclare pero siguen tan panchos diciendo que están en medio del mundo y que todo ha cambiado a mejor.

Para mí que todo sigue igual, sus torres de marfil, sus prejuicios y sus dogmatismos en cosas que deberían ser totalmente libres, sus idiomas internos, sus tonos humanos que no desdigan del cargo y posición que cada uno ocupa, más de lo mismo, más de lo de siempre. No cambian y tampoco lo harán con los nuevos estatutos y apuesto lo que queráis.

Desde mi selva, en un tono como de 200 Hz y con menos de 50 decibelios, os digo como siempre, que un fuerte abrazo y que estéis a la larga de mandriles y otros bichos malos. Espero haberos alegrado el día y recordad que no es bueno estar demasiado serios o por demasiado tiempo.

Zartan de los Nomos








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