Ex alumnos de colegios del Opus dei
Holodomor, 13/11/2023
Es mi primera vez aquí. Los sigo hace muchos años y ahora a través del canal Agora. Vivo en un país del conosur que prefiero no nombrar. He visto el último video de Agora sobre supernumerarios. Mis padres fueron de los primeros súper del país, simplemente dejaron de ir por el centro, no firmaron ninguna carta de renuncia. No soportaron la doble vida de algunos miembros y la hipocresía. Hoy día el opus dei no se acuerda de ellos a pesar de todo lo que aportaron y los ayudaron y a pesar de su ancianidad y enfermedades. Nunca más los visitaron ni preguntaron por ellos. Pero recuerdo como el sacerdote que los confesaba se metía en la vida familiar e íntima entre ellos…
A ambos, una vez del opus dei, les recomendó que cortaran lazos con sus padres, hermanos y sobrinos, ya que eran de izquierda sus familias, estaban más metidos con la teología de la liberación y con órdenes como jesuitas y salesianos y tenían otras formas de pensar. Es verdad que los 70 fueron tiempos duros en toda Latinoamérica entre las guerrillas terroristas y las dictaduras militares. Fue así que mis herman@s y yo crecimos sin tíos ni abuelos ni primos como si hubiéramos nacido de un hongo. Eso nos hizo muy muy unidos entre nosotros. Mis hermanos varones fueron al colegio de hombres del opus dei de mi ciudad que se había inaugurado hacía pocos años, y de verdad que se divertían muchísimo. Los dejaban hacer casi todo y crecieron muy libres. Sin embargo, mis hermanas y yo, que fuimos al colegio de mujeres, desde pequeñas nos limitaban nuestras preceptoras.
Recuerdo a mi hermana mayor que lamentablemente ya no está entre nosotros, siempre fue muy aventurera, quería jugar hacer lo mismo que hacían mis hermanos en el Colegio: ir de campamento en carpas y sin baño (no a una casa de familia), hacer supervivencia, treparse a los árboles, estar en contacto con la naturaleza. Se rebeló ante la negativa y tener que comportarse como “una señorita”. Enseguida su preceptora le recomendó a mis padres que debían llevarla a la psicóloga, que el colegio les recomendaba porque era muy rebelde y para “encauzarla como mujer””.
También recuerdo que desde los 10 años, tanto a mis hermanas como a mí, la preceptora ya nos preguntaba sobre temas íntimos: ya te llegó la regla, te crecieron los senos, usas corpiño, qué día había sido la regla, si nosotras nos lavábamos nuestra ropa interior o la lavaba mi madre, si nos hacíamos nosotras la cama, si alguien nos ayudaba a bañarnos. Nos preguntaba sobre asuntos del relacionamiento entre nuestros padres y en la familia, si teníamos pensamientos impuros, , etc. Parecía un interrogatorio de la policía. Todo esto a puerta cerrada entre una mujer adulta y unas menores de edad en pleno horario escolar sacadas en medio de las clases. Éramos niñas de 10 -12 años que aún jugábamos con muñecas muy Inocentes e ingenuas y muchas cosas no sabíamos. Ahora leyendo OPUSLIBROS comprendo el porqué de estas preguntas, que en su momento nunca entendí.
A medida que fuimos creciendo mis herman@s y yo tomamos distintos caminos. A modo de ejemplo, uno de mis hermanos se hizo supernumerario del opus dei, empezó a cotejar a muchachas que el mismo sacerdote del opus dei le presentaba (totalmente desubicado este sacerdote), y en una de esos tantos cotejeos, mi hermano no se decidía con una muchacha si pedirle noviazgo y el sacerdote lo impulsó a pedírselo, lo indujo. Finalmente la dejo y se casó con otra muchacha supernumeraria. Quedaron embarazados en 9 oportunidades, 3 los perdió naturalmente, y tuvieron finalmente 6 hijos vivos pero todos a través de cesáreas no por parto natural.
Este sacerdote los estimulaba a tener más y más hijos: “no se preocupen del tema Económico que cada Niño viene con un pan debajo del brazo y Dios proveerá” les decía. Recuerdo que acompañé a mi cuñada al obstetra cuando descubrió que estaba embarazada de su sexto niño. Mi hermano estaba de viaje por trabajo. Ella tenía 44 años al momento de quedar embarazada. ¡El obstetra no comprendía cómo mi cuñada ponía en riesgo su propia vida a esta edad y con tantos hijos! En esa consulta me enteré que ya a partir del tercer hijo le había explicado los riesgos de tener más hijos ya que el útero con tantas cesáreas, se llena de cicatrices, tiene mayor riesgo de rotura uterina, de sangrados puerperales importantes, que pueden llegar a provocar desde que te extirpen el útero hasta la propia muerte desangrada. Me quedó grabada hasta el día de hoy una frase del médico “si sigues quedando embarazada, tus hijos pueden llegar a quedar huérfanos porque tu útero no aguanta más embarazos, ¿es eso lo que quieres? ¿Dejar huérfanos a 6 niños?”
Yo estuve a punto de entrar en el opus dei en la adolescencia, me esforzaba por escuchar la voz de Dios y cumplir con su Voluntad; eso se nos enseñaba y si no hacíamos su voluntad estabas poco menos que perdida”. En el Colegio nos marcaron desde pequeñas que debíamos cumplir con la voluntad de Dios y ser buenas esposas o de Dios (si teníamos vocación) o de nuestros maridos. Nada de solterías obviamente. Para ello, dentro del colegio se nos hacía mucho hincapié en materias humanísticas, porque las mujeres no podíamos estudiar carreras que requirieran un gran esfuerzo y ausentismo del hogar familiar. Ni pensar en hacer una carrera científica como Química, ingeniería o medicina, entre otras. Se nos estimulaba a estudiar carreras como abogacía, economía, filosofía, magisterio o profesorado. Algo light, porque nos teníamos que ocupar de nuestros maridos e hijos y estar en el hogar.
Recuerdo que comentábamos con mis hermanas, que antes de realizar la confirmación, muy mal preparadas en el Colegio, el sacerdote nos estimuló a confesar todos nuestros pecados, incluido aquellos que ya habíamos confesado en anterioridad.
Ahora, leyéndolos, veo que había una obsesión por algunos temas: el sexo, la anorexia y bulimia, el rock y sus mensajes subliminales instigando a drogarnos. Había materias en que toda la clase debíamos mirar películas referentes a esos temas y escuchábamos canciones del lado del revés para escuchar los Mensajes subliminales que decían eran referentes al Culto al Demonio, a drogarse, a tener una vida desenfrenada sexual. En cuanto al catecismo, había que aprendérselo de memoria, sin cuestionamientos, aunque no entendieras lo que repetías. Habían ciertos temas de religión que nos enseñaban como las Bienaventuranzas, las virtudes teologales, los pecados capitales.
Yo me obsesioné con el tema Vocacional a los 14 años ya. Me esforzaba por escuchar la voz de Dios y saber si Dios me pedía entregarle mi vida, ¡pero no lograba escuchar Su voz! Se lo Comenté a mi preceptora y al sacerdote del colegio y me dijeron que debía hacer silencio para escucharla. ¡Pero no lo lograba por más silencio que hiciera! Al ver mi inquietud me empezaron a estimular para hacer la carta de admisión, pero ¿Cómo iba a hacer una carta si no escuchaba a Dios y me preguntaba si no sería una obsesión mía o una instigación de la vocación? Una amiga de fuera del colegio me presentó a su tío sacerdote del clero diocesano de mi país. Gracias a él aprendí a “discernir” qué es de Dios y qué es del demonio. Al terminar el Secundario, entré a la Universidad y descubrí un mundo nuevo del cual me enamoré y abandoné todo: mis dudas vocacionales, el opus dei, la iglesia católica, todo. ¡Pero estoy muy agradecida al tío de mi amiga sacerdote que me ayudó en ese momento!¡ Me SALVÓ! Me casé solo por ceremonia civil, ya que salí del colegio muy rebelde y traumatizada de mi pasaje por el opus dei y tengo 2 hijos grandes.
Lamentablemente, el opus dei nos separó a los herman@s a pesar de que éramos muy unidos. Nos tratan, a los que no practicamos, como perdidos, infectados, no sé. Somos los hermanos no vinculados al opus y algunos que somos agnósticos, quienes cuidamos y nos ocupamos de nuestros padres ya ancianos y enfermos. No se enseña en el opus dei a cuidar de los familiares ancianos salvo por algún interés. No hay caridad hacia el anciano que está solo, enfermo, o pobre. Es todo por interés. Tristemente mis hermanos del opus solo realizan “visita de médico” a mis padres: 5 minutos rapidito, cada tantos meses; sus hijos ni los ven a sus abuelos ni a sus tíos y primos.
Es muy triste porque se repite nuevamente la historia que nos tocó a nosotros vivir. Me gustaría que hablaran algún día en Ágora el tema de la Inducción y lavado cerebral que se realiza en los Colegios del opus dei y si aún siguen con esta metodología. Muchos no fuimos ni seremos del opus pero también salimos muy lastimados y sellados de por vida. No elegimos recibir ese tipo de educación ni de formación, no elegimos ir a esos colegios y sin embargo la ligamos gratuitamente y tenemos muchos traumas.
Gracias por este espacio y por la oportunidad de poder contar mi experiencia, que aún duele.
¡Besos a todos!
Holodomor
