Hace mucho que no escribo en esta página y hoy lo hago a raíz del escrito de Stoner sobre la “Felicitación fraterna”. Es increíble la falta de felicitaciones en la Obra (por lo menos en mi caso) y, por lo que veo en más casos. Salvo las fiestas de “tres velas” y el cumpleaños, nadie sonríe por el trabajo bien hecho (ese trabajo que nos santifica).

Por eso yo quiero felicitar a Stoner por hacer lo que cree que debe hacer, le felicito por el valor del desahogo. La patente falta de empatía en el entorno de la Obra es una de las causas “de las primeras dudas”

En mi vida cotidiana soy Director de una empresa con unos compañeros extraordinarios con unos resultados magníficos. No me canso de felicitarlos continuamente por su trabajo habitual. Tal vez esa forma de actuar es la que ayuda a tener a compañeros motivados que dan lo mejor de sí mismos… y siempre con sonrisas y buen ambiente, del de verdad.

Felicidades, Stoner