Obedecer o marcharse.- Carmen Charo
Fecha Wednesday, 20 September 2023
Tema 020. Irse de la Obra


Hola de nuevo, tras mucho tiempo sin escribir.

El viernes pasado escuché las razones de varias personas acerca de su salida del opusdei. Todas parece que había tomado la decisión de salir, y en un momento, yo dije que yo no, a mí me habían echado.

Horas después me llamó una amiga también ex, para decirme que A CASI TODOS NOS HAN ECHADO, otra cosa es que nos hayan permitido creer lo contrario.

Y repasamos el itinerario perverso que todas y todos hemos recorrido, menos aquellos que lo tuvieron claro y se fueron antes de cumplir el año en la organización. A las únicas que no las echan por sistema es a las numerarias auxiliares y a alguna administradora. Sólo les abren la puerta cuando no dan más de sí, y son una carga manifiesta. ¡El motivo es claro, mientras eres capaz de trabajar, nos sirves!

Todos entramos ilusionados, con cuatro ideas básicas. Vamos subiendo por plano inclinado…y ¡que levante la mano quien no quiso marcharse dentro del primer año! La inmensa mayoría aguantamos: la vocación, dar la espalda a Dios, la futura desgracia en caso de infidelidad...

Estos primeros años son años de troquelamiento y vaciamiento de nuestro Ser genuino, de anulación personal, de ir generando una marioneta dócil. Y a la par, ir descubriendo dónde llega tu capacidad de obediencia, tu rendición del juicio, y hasta tu capacidad ética. Sí, capacidad ética, porque poco a poco van probando si eres capaz de comulgar con ruedas de molino, de mentir, de actuar en contra de tu propia conciencia... ¡Todo por el bien de la obra! Y eso va conformando la lista de quienes sirven y quienes no.

Surge la primera crítica, la primera desobediencia... y pasas a formar parte de la lista negra. Pero aún les sirves, aún trabajas, aún aportas dinero, aún tienes contactos, aún tienes familia interesante... Saben que un día te darán la patada, pero aún no ha llegado el momento. Todavía eres útil. Seguirán atornillándote cada vez que te planteas marchar.

Aquí empieza el calvario personal de salud, las visitas a los psiquiatras opusdei, las medicaciones excesivas, invalidantes... el desquiciamiento personal.

Y depende de lo rápido que caigas y te vuelvas una persona inútil, y que encima les cuesta dinero, el que te den antes o después la patada. Patada muchas veces elegante, con apariencia de libertad: que mejor consultes con un psiquiatra externo a la organización (que seguro te dirá que te vayas y te lo argumentará), que puedes ir a vivir con tu familia.... o cuando te dicen que han visto que no tienes vocación...

Si eres de las idealistas que aun creen en el mensaje, están convencidas de su vocación divina, ¡han decidido dar la vida por cambiar la organización desde dentro... te espera lo peor! Porque aquí comienza el acoso y derribo, la persecución en toda regla.

Si algo o alguien no te gusta estate segura de que será tu encargo hasta tu final, tu directora hasta el final, quien te muela a correcciones.

Si te encuentras fatal de salud, te dirán que eres una soberbia y sólo quieres llamar la atención. Puede que sólo reaccionen el día que caigas redonda al suelo desmayada.

Te dirán que te calles porque lo que cuentas no le interesa a nadie.

Si quien te quiere te lleva unas flores a tu cama cuando estás enferma, las tirarán delante tuyo y te dirán que no te las mereces. Olvídate de que te lleven la comida cuando estés en cama. Puede que hasta estés con un cáncer terminal y tengas que escuchar a la directora que nadie puede cambiarte la postura por la noche para que no te escares, porque no puedes variar el horario del centro.

Puede que llegues a escuchar que las del centro no pueden recibir regalos de Reyes porque tú gastas demasiado en médicos.

Todos estos casos no los he imaginado. Todos son reales. Tras meses y años soportando este trato cruel, ¿quién puede decir que decidió marcharse?

¿No hemos vivido poco o mucho de esto todas y todos?

El broche de oro, que confirma que no miento en el uso y abuso de personas en el opusdei, es lo que un sacerdote de la Comisión dijo a una directora. Él le exigía que pitaran unas chicas en su centro. Ella le respondió que no tenían vocación. Y su respuesta fue: da igual, el tiempo que perseveren habrán trabajado para nosotros. No, no es inventado. Es real.

¿Acaso pensamos que la Prelatura no hace bulling?

 

Un abrazo

Carmen Charo

 









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