Sobre las explicaciones de Luis (Pipe) Navarro, Canonista y Rector de la Universidad de la Santa Cruz de Roma, sobre los cambios en el Opus Dei.
Primera mentira: Identificar el Opus Dei con una persona física y su forma jurídica con el ropaje de esa persona física. Eso es verdad en las personas físicas, PERO NO EN LAS PERSONAS JURÍDICAS, pues en estas, las normas (lo que Pipe llama "el ropaje") son LA MISMA PERSONA. Una persona jurídica son sus normas constitutivas. Otra cosa es que esas normas respondan a un carisma, a una IDEA, que como tal idea NO TIENE PERFILES CONCRETOS, salvo los que le da la norma que sirve para perpetuar ese carisma.
Segunda mentira: El Opus Dei seguirá... o no seguirá. No seguirá en la medida en que pretenda apropiarse de un carisma y pretenda imponer una determinada forma jurídica por encima del derecho de la Iglesia. No seguirá en la medida en que pretenda vivir sin tener en cuenta esas normas despreciándolas como algo secundario (un ropaje), de modo que pretendan vivir al margen del derecho. Las normas, en una institución, no son un ropaje, son LA MISMA INSTITUCIÓN. Muy burdo es eso de confundir las personas físicas con las jurídicas. Parece mentira que tal disparate venga de un rector de una universidad. Otra mentira: En el Opus Dei, siempre que alguien hace la oblación o la fidelidad, le hacen leer un papel en el que se compromete "a permanecer bajo la jurisdicción del prelado". Por eso, la gente del Opus Dei siempre piensa que su ordinario es el prelado cuando jurídicamente solo lo es de los curas.
No tiene sentido tanta importancia con la intención especial y ahora parece algo sin importancia.
Hay otra mentira en la intervención de Pipe: Las asociaciones públicas clericales no son asociaciones de curas. Son asociaciones públicas de fieles que tienen la peculiaridad de que quien las preside es sacerdote. En el Opus Dei siempre se nos dijo que "en el Opus Dei no mandan los curas", pero la realidad es que desde el principio siempre han sido curas los que han mandado. En las prelaturas personales el prelado es cura. En los vigentes estatutos del Opus Dei manda el prelado y sus vicarios (centrales, regionales y de las delegaciones) que siempre son todos curas. No sé por qué se extrañan que el Papa asimile las prelaturas personales a asociaciones públicas clericales de fieles. Si quieren que les quiten el apellido de clericales, que pasen a ser una asociación pública de fieles en donde el presidente sea un laico, hombre o mujer. Eso sí que sería abandonar el clericalismo que tienen desde la fundación.
Las personas físicas existen como personas antes de tener ropa. Las personas jurídicas sin ropa, no existen.
Antonio Moya
