EL OPUS DEI Y LA CONFIANZA.- Ervigio
Fecha Wednesday, 06 September 2023
Tema 060. Libertad, coacción, control


 

EL OPUS DEI Y LA CONFIANZA

Ervigio, 6-09-2023

 

 

Muchos de nosotros fuimos captados por el Opus Dei movidos por la generosidad de entregarnos al servicio de las almas y por la confianza que nos generaba que el Opus Dei fuera una institución aprobada por la Iglesia, con un fundador que tenía fama de santidad ya en vida. La confianza ha sido un elemento crucial para entregarnos y para desechar el sentido crítico hacia la institución. Sorprende que personas con buena preparación y nivel intelectual nos hayamos dejado engañar. Conozco a más de un catedrático de derecho canónico que por confianza ni siquiera habían leído los estatutos de la Obra, por supuesto después de su incorporación. Y es llamativo que después de salir a la luz las falsificaciones de la historia del Opus Dei y de su fundador, los flagrantes engaños de la institución a la Sede Apostólica y a sus miembros, y sus procedimientos no eclesiales y antievangélicos, que todavía haya miembros que mantengan la confianza...



El Fundador afirmaba con frecuencia: Confío más en cada hijo mío que en el testimonio unánime de cien notarios.

 

Como siempre, Escrivá decía lo contrario de lo que pensaba y hacía. Recientemente se ha comentado que hasta el año 1977 había micrófonos por Villa Tévere para expiar las conversaciones de los miembros. Hay constancia de que al principio del Colegio Romano en Bruno Buozzi, la chica de la administración operadora del teléfono -cosas de la época- pasaba todos los días a Escrivá o a Portillo un estadillo de quiénes llamaban y recibían llamadas, tiempo de conversación, persona con la que se comunicaba, hora, etc. El control del contenido de la correspondencia de los miembros es paradigmático también. En la actualidad, los seminaristas de la Obra escriben y reciben correos electrónicos en una cuenta común, controlada por la dirección del seminario. En los centros, he visto cómo el director tenía una llave para desconectar el acceso a internet por las noches.

 

Pero el control más descomunal de los miembros se ejerce mediante la dirección espiritual personal, que es tarea de los directores, los amaños de la confesión, la prohibición de la amistad entre los miembros y la corrección fraterna. La corrección fraterna, al tener que ser aprobada por el director/a, se convierte en una auténtica delación. El que los miembros sean oveja y pastor de los demás, constituye de hecho el mejor sistema de espionaje y delación -por la corrección fraterna- jamás visto. ¡Viva la confianza! Los miembros que se van a incorporar definitivamente mediante la fidelidad, deben antes realizar los llamados Compromisos previos, uno de los cuales es el de velar por la unidad: el deber moral grave de no murmurar de los directores y de corregir en el momento cualquier murmuración de otro miembro. Es decir, no se pueden emitir opiniones discrepantes de las decisiones de gobierno. Con la prohibición de la amistad, de comentar cosas íntimas con quienes no sean los directores pertinentes, se evita que los miembros cambien impresiones entre ellos con confianza y sin delatarse. Me río del sistema comunista cubano. En el caso del Opus Dei se conoce hasta cómo piensan los miembros en su más recóndita intimidad, gracias a la dirección espiritual. El fundador decía que en la dirección espiritual había que comentar lo mismo que en la confesión. Las llamadas Comisiones de Servicio, basadas en la confianza con el Padre, también son un sistema para enterarse qué piensa cada uno.

 

Se ve que Escrivá no confiaba en nadie. Cuando se erigió la Obra en instituto secular, eligió en las constituciones la forma más exigente de entrega y control, pudiendo haberlo hecho de un modo más secular, confiado y amplio. Porque lo que le interesaba al fundador era tener a todos bien amarrados. Después, Escrivá pidió al Papa el paso de instituto secular a prelatura nullius, pero siguiendo con el espíritu y las constituciones de instituto secular; una barbaridad. Tras la configuración como prelatura personal, no se suprimieron los votos (Compromisos previos, que no aparecen en los Estatutos), en especial el de la unidad (corrección fraterna a los directores y evitar la murmuración).

 

Otro sistema de control por desconfianza es la elección de los gobiernos intermedios. En las comisiones regionales y asesorías, los cargos son nombrados por Roma, y siempre hay un Delegado del Padre para controlar, de modo que se chivan unos de otros. En las delegaciones los cargos se nombran por el Vicario regional. Lo lógico sería que se nombrase al Vicario regional y a los Vicarios delegados y éstos eligiesen a los miembros de sus respectivos consejos entre las personas de su confianza. Pero como la confianza está mal vista, lo que ocurre es que si una de la Delegación femenina ve algo que no le gusta en el Vicario delegado o en otra de la delegación, enseguida se lo comunica a la Asesoría regional, y estas al Vicario regional, con lo que se impide la confianza en cada nivel y todos están vendidos.

 

El fundador desconfiaba de sus hijos porque sabía que él mismo no era digno de confianza y pensaba mal de los demás.

 

En fin, les vendría bien a muchos provectos sacerdotes, numerarios y numerarias de la prelatura, sabios en historia o en sus respectivas disciplinas, aprender del fundador a desconfiar, e investigar las fuentes auténticas, mirar esta web, donde hay muchos documentos originales, no tragarse todo lo que aduce la historiografía institucional y salir de la cárcel de su propia conciencia (véase el artículo “Los pecados capitales del Opus Dei”, de Lucas). Pero comprendo que a muchos les da miedo cambiar una vida acomodada.

 

Ervigio

 







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