Ocáriz el austero.- Antonio Moya Somolinos
Fecha Wednesday, 30 August 2023
Tema 010. Testimonios


 

Me llega un video corto (este es el enlace para descargarlo) sacado de la estancia de Ocáriz en Cebú. Llama la atención que con el verano tan movidito que lleva el Opus, Ocáriz lo haya pasado viajando y viajando como Marco Polo o como el Capitán Tan “en sus viajes por todo lo largo y ancho de este mundo”. No es algo aislado, porque en lo que va de año se ha convertido en un culo inquieto que no para: Tres viajes a España, uno a México y luego un viaje interminable por Asia, como Le Corbusier en sus años juveniles...



Siempre me he preguntado ante esta voracidad viajera lo que diría Perales ¿A qué dedica el tiempo libre? Porque hacer tantos miles de kilómetros (o sea, dedicar tanto dinero a ello) para tener unas pocas tertulias ñoñas de las que aparecen luego en la web del Opus no parece algo proporcionado.

Sabemos que cuando estuvo hace meses en Galicia, hizo gestiones con el obispo de Santiago, cuando estuvo en Valencia aprovechó para reunirse con el obispo de Barbastro sobre el tema de Torreciudad, del que luego hemos tenido muchas noticias, y que todavía no ha terminado.

Cuando Ocáriz va a esos “viajes pastorales”, en realidad va a otras cosas, aunque las ovejas de su rebaño ni se lo planteen. En su reciente viaje ha estado en Nueva Zelanda, entre otros lugares. No sé qué habrá ido a hacer a Nueva Zelanda, pero sí tengo muy claro que Nueva Zelanda es un país en donde se pueden hacer cosas que en otros países no se pueden hacer.

No sé a qué habrá ido el prelado, en pleno huracán institucional, a esos países tan alejados. No lo sé, pero un mínimo sentido crítico me lleva al menos a preguntarme a qué ha ido además de a reunirse con gente que pregunta cosas tan ñoñas en esas reuniones tan aburridas en donde las sonrisas son tan artificiales.

Dada la presencia tan irrelevante del Opus Dei en Asia, a excepción de Filipinas, en donde tiene cierto poder económico, cabría pensar que en Asia el Opus Dei podría tener algún interés mediante alguna de sus sociedades interpuestas. Al fin y al cabo, a la vista del artículo aparecido hoy en Religión Confidencial, cuyo editor es el numerario José Apezarena y de ahí la "interpretación" del decreto del obispo de Barbastro-Monzón aunque queda clara la respuesta de don Ángel Javier Pérez Pueyo al Opus Dei (El obispo de Barbastro declara vacante el oficio de rector de Torreciudad detentado por... (elconfidencialdigital.com)), en un futuro inmediato todo el entramado de sociedades interpuestas, ya sin el “paraguas institucional” de una supuesta pertenencia del Opus Dei a la estructura jerárquica de la Iglesia y con unos nuevos estatutos (o una nueva forma jurídica, o una supresión), es evidente que van a tener problemas.

He oído que se está fraguando una desbandada de miembros aprovechando el cambio institucional. Parece ser que hay numerarios que están pensando muy seriamente en coger la pasta de esas sociedades y largarse a de tiempo. No sería extraño que la institución como tal estuviera también “salvando los muebles” antes de que en el Vaticano actúen.

Se palpa la descomposición del Opus Dei por todas partes.

No sé qué pasa, pero es muy extraño todo lo que ha hecho el Opus Dei este verano. Mucha opacidad, muchas anacronías. Todo muy raro.

Vuelvo al video de Cebú (descargar vídeo)

El prelado viajando en un jet privado, (3.000 dólares la hora) recibido con una sombrilla desde las escalerillas del avión hasta el coche. Desplazándose en una limusina. En fin, todo muy “austero”, como cuando Jesucristo daba instrucciones a sus discípulos de cómo debía ser su estilo de vida al ir a predicar el evangelio.

Estos detalles de austeridad me recuerdan al santo fundador, el marqués de Peralta, cuando en esos viajes por América se desplazaba en coches que parecían que no tenían principio ni fin para “hablar de Dios” a unos pobres indígenas que se habían desplazado a pie desde muchos kilómetros porque les habían dicho que iban a ver a un santo.

Quizá Ocáriz o sus fanáticos trompeteros podrían argumentar que tanto el jet como la sombrilla o la limusina no son de él sino de algún supernumerario forrado que ha tenido la amabilidad de ponerlos a su disposición.

Es curioso. Yo me largué del Opus hace solo 7 años, pero cuando yo era del Opus, se entendía que la austeridad y la pobreza son un estilo de vida, más que el hecho de tener o no tener esos lujos. Siempre se nos dijo que viajáramos en tercera, aunque “la empresa” nos pagara ir en primera.

Como el Opus es una entidad mutante – siempre dicen eso de que “eso ya no es así” – es muy probable que por arte de no se sabe qué, cosas que antes eran de una manera, ahora son de la contraria. Son los misterios del “espíritu del Opus Dei”, o como dicen ahora dentro, “lo importante es el carisma”. Todo esto es para volverle loco a cualquiera. A cualquiera que esté todavía dentro, en ese mundo virtual o psicodélico en el que, al decir de John Lennon, “nothing is real”.

Pero llega setiembre, la vuelta al cole, la dura realidad. Nuevos estatutos o nueva forma jurídica.

O desaparición.

Quizá el motivo de tanto viaje es simplemente una despedida, ya que Ocáriz es el único cargo de la Iglesia Católica que todavía es vitalicio. 

Antonio Moya Somolinos

 







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